“Ahora sí, esta vez la sacamos”. La frase de uno de los asesores del presidente Mauricio Macri lo resume todo: ayer el oficialismo consiguió arrancar el compromiso de un grupo de gobernadores peronistas y diputados para aprobar la reforma previsional el lunes próximo y, a la vez, prometió sacar un decreto, que saldrá el martes, para emitir un bono compensatorio, por única vez, para los beneficiarios de Asignación Universal por Hijo y el 70% de los jubilados.
La jugada fue un alivio para el jefe de Estado y su gabinete. Es que la derrota parlamentaria y la posibilidad de que no se apruebe la reforma había generado un clima de zozobra en la Casa Rosada, que intentó dar vuelta rápidamente bajo dos premisas: la amenaza de sacar un decreto de necesidad y urgencia en lugar de volver a intentar con la ley y ofrecer el bono que reclamaba un sector de la oposición no kirchnerista. “Había que lograr cerrar esto antes de fin de año”, decían ayer en el oficialismo, y se entusiasmaban con juntar 140 votos el lunes (cuando se necesitan 129).
Antes de la sesión, los gobernadores están citados al Congreso para analizar el bono y garantizar así el compromiso. Ayer, el acuerdo llegó luego de una reunión de más de tres horas en el Congreso donde mandatarios provinciales, ministros y diputados se pusieron de acuerdo para realizar una nueva sesión extraordinaria en Diputados el lunes a las 14 (a la cual se invitó a los gobernadores), luego del escándalo del jueves pasado cuando, entre gritos, golpes y amenazas se suspendió la votación de la reforma.
Todo cambió cuando ayer llegaron al Parlamento los ministros Rogelio Frigerio (Interior), Nicolás Dujovne (Hacienda) y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. De los gobernadores peronistas estaban Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego). Además, estaba Omar Gutiérrez (Neuquén) y diputados que respondían a los mandatarios de Tucumán, Misiones, Catamarca y La Pampa. También estaban los líderes parlamentarios de Cambiemos, encabezado por el titular de la Cámara baja, Emilio Monzó, el jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, y el del interbloque oficialista, Mario Negri. También estaban cuatro de los cinco gobernadores oficialistas: Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy), Horacio Rodríguez Larreta (CABA) y María Eugenia Vidal (PBA).
Si bien el encuentro fue ameno, entre gaseosas, empanadas fritas, bruschettas y cazuelitas de arroz con hongos, en varios tramos de la charla hubo reclamos. “Ustedes deberían haber garantizado el quórum”, les dijo, de manera amable pero firme Frigerio a los peronistas. De manera solapada, el ministro político de la Casa Rosada les recordó además que de la reforma previsional depende también el pacto fiscal que los gobernadores ansían para ordenar sus cuentas.
En otro tramo del encuentro, varios gobernadores cuestionaron por qué no era más cuantioso el bono extra (que va de $ 375 a $ 750). “Claro, no hay problema, si ustedes quieren seguir sumando compartamos el costo fiscal, porque esto lo está asumiendo la Nación”, les respondió Dujovne. Hubo balbuceos.
Por su parte, estuvo particularmente callado, y solo se metió para dar algunos números, el vicejefe Quintana. “Le dejó la política a otros”, se mofaban en el Congreso. A diferencia de otras oportunidades, donde ha sacado a relucir su nueva faceta política, ayer se lo vio limitado bajo el ala de Frigerio y Dujovne.
En el documento se plantea: “Los presentes se comprometieron a garantizar la presencia de los diputados nacionales de las distintas fuerzas políticas por ellos representados tanto para la constitución del quorum como para la aprobación del mencionado temario”.
A pesar de ello hay dudas sobre cuatro provincias netamente peronistas pero que se mostraron lejanas al oficialismo a pesar de haber participado del diálogo: La Pampa, Catamarca, Formosa y Chubut. Descuentan que ni San Luis ni Santa Cruz aportarán.
Una de las claves para alcanzar el acuerdo fue el bono extra, a partir de un decreto que se oficializará el martes próximo. En términos de gasto supone unos $ 4 mil millones y alcanzará, en marzo, a 8.900.000 personas, entre jubilados y beneficiarios de la AUH. En lo que refiere a los jubilados, el decreto supone, por única vez, que aquellos que perciben haberes menores a $ 10 mil reciban un monto extra de $ 750 mientras que los jubilados que ingresaron en la moratoria, y tienen haberes menores a $ 10 mil, obtengan $ 375. Por su lado, todos los que tienen la AUH tendrán $ 400.