El Gobierno teme que el martes la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones extienda la medida cautelar que protege al Grupo Clarín de la desinversión. Tal como anticipó ayer el diario PERFIL, el multimedios pidió en secreto una prórroga de la medida que según un fallo de la Corte Suprema se cae el 7 de diciembre.
“Está todo listo para que saquen la cautelar, lo cual sería escandaloso”, admitió un alto funcionario del Gobierno en diálogo con PERFIL. El kirchnerismo se mueve con rapidez para evitar que una decisión judicial favorezca a la empresa de Ernestina Herrera de Noble. Recusó a dos de los tres jueces de la Sala que tienen en sus manos el expediente y acumula pruebas en el Consejo de la Magistratura contra Ricardo Recondo, el juez al que consideran “el cerebro de la operación para beneficiar a Clarín”. Buscan, con ese paquete de denuncias, destituirlo.
El Gobierno apunta contra Recondo en “tres campos”. Lo acusan de nombrar subrogantes afines a Clarín en el juzgado donde se tramita el conflicto por la desinversión, quieren vincularlo a unas conferencias en Miami que según el kirchnerismo eran financiadas por el multimedios y lo denunciaron por el supuesto bloqueo a la designación de jueces naturales en el Consejo.
Según la Casa Rosada, Recondo estableció un sistema rotatorio de doble fractura de la competencia. Es decir, puso dos jueces en un solo juzgado. Uno para “mero trámite” y otro para dictar sentencias.
En el Juzgado 1, donde está la causa del multimedios, colocó a Horacio Alfonso para los casos que no requerían sentencia, y a Raúl Tettamanti para que pudiera fallar. El frenesí del Gobierno por reunir material contra Recondo se explica por el poder que tiene la Cámara para frenar todo el proceso del 7D.
Una intervención secreta del titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, modificó el polémico sistema de nombramientos rotativos en el juzgado de la causa Clarín.
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