El Grupo Sushi volvió al poder por goteo. Unos 15 años después de que Fernando de la Rúa abandonara la Casa Rosada en helicóptero, el grupo más marketinero de aquel gobierno se sumó al PRO. Casi todos los militantes de aquella tribu panradical se reacomodaron bajo ala amarilla.
Por caminos individuales, a caballo de las expertises acumuladas y un poco para compensar la falta de cuadros PRO, los ex sushis hoy ocupan cargos de peso: Hernán Lombardi es ministro de Medios y Contenidos Públicos; Darío Lopérfido es ministro de Cultura porteño; Alejandro "Conejo" Gómez maneja la cartera bonaerense de Cultura; y Patricia Bullrich, quien pertenecía al grupo liderado por Antonio de la Rúa, aunque hoy suene inverosímil, es la actual ministra de Seguridad.
Hasta ahí la lista de los de perfil más alto. Algunos de los cuales ya quedaron bajo la lupa: Bullrich sorteó el papelón de la (fallida) detención de los fugados por el triple crimen; y Lopérfido rechazó el número canónico de los 30 mil desaparecidos, lo que le valió un pedido de renuncia.
“Nosotros nunca nos consideramos un grupo político, sino amigos que se dedicaban a lo mismo. Nunca fuimos ni seremos una ‘orga’. Somos especialistas en nuestros temas que colaboramos con Mauricio, Horacio y Mariu porque creemos en ellos”, opina Lopérfido.
Además de los que tienen puestos, hay ex sushis que se sumaron desde afuera y sin designación formal, como el ex viceministro del Interior aliancista, Lautaro García Batallán, hoy asesor estrella de Cristian Ritondo en Seguridad bonaerense.
Otro ex sushi, subjefe de la SIDE en tiempos de la Alianza, Darío Richarte, se volvió una especie de socio en las sombras de Daniel Angelici: ocupa la vicepresidencia de Boca y opera tanto sobre la AFI como sobre la justicia.
Las segundas líneas de aquel colectivo también se incorporaron: el actual vice de Radio Nacional, Pablo Ciarliero; y algunos dirigentes leales a Richarte, como el titular de la Inspección General de Justicia, Sergio Brodsky, y Leandro Halperín, en el sistema carcelario.
Muchos sushis-PRO hoy prefieren evitar aquel pasado, y lo cierto es que ya durante la alianza no constituían una unidad articulada. “Son todos muy capaces, pero me gustaría que hicieran alguna referencia sobre aquella etapa. Yo no volví a ocupar cargos y ya no lo voy a hacer”, afirma García Batallán. Y reflexiona sobre los sushis: “Lo único que nos unía era defender a De la Rúa casi con exageración”.