POLITICA
Especial de Perfil.com | A un ao del crimen

El hermano de Mariano Ferreyra: "No es copado que lo usen en la campaña"

A un año del crimen, un mano a mano con Perfil.com. Sus diferencias con el Partido Obrero y el duelo "privado". El álbum de fotos familiar.

Pablo Ferreyra (32), en la Facultad de Derecho de la UBA. Esta semana participó de varias conferencias por el primer aniversario de la muerte de su hermano Mariano.
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Pablo Ferreyra (32 años) es querellante en la causa contra Pedraza y su "patota" y a estas alturas un hombre que se integró en la lucha por los Derechos Humanos. Compartió mesa de oradores con Horacio Verbitsky, la viuda de Carlos Fuentealba y hasta fue recibido por Cristina Fernández de Kirchner en la Rosada.

El hermano mayor de Mariano Ferreyra -le lleva nueve años- es artista visual, fotógrafo y se muestra independiente del Partido Obrero (PO). Y eso que él militó allí junto a su hermano hasta 2004. También tiene una postura propia de la de su madre -adhirió a la masiva marcha- y la de sus hermanas, quienes sí acudieron a la manifestación. En fin, para Pablo el duelo ha transitado por otras vías y el recuerdo y el dolor por un hermano muerto no tienen bandera política.

-¿Qué significa para la militancia juvenil el ejemplo de Mariano Ferreyra?

Para ellos significa una cosa y para mi otra. Yo me siento orgulloso de la militancia de mi hermano. Los derechos de los trabajadores es una de las causas más nobles que podía tener. Su muerte ha reivindicado la militancia para varios sectores. Para la izquierda es un icono. Pero yo estoy elaborando otro duelo y eso para mí no significa nada. Yo tengo otra perspectiva de lo que fue Mariano.

-¿Cómo viven estos días del aniversario en la familia?

-Nunca se ha terminado de hacer un duelo privado, porque hay un duelo que se expone, que se hace público y se hace complejo. Hay momentos en que siento que esto me excede. Ver una iconografía de mi hermano... Para mí tiene un contenido diferente que para un militante. Pero no puedo dejar de pensar en su componente político.

-¿Qué te enseñó Mariano?

-Es una pregunta interesante. Ahora que no lo tengo me veo reflejado en él en un espejo, siento que es una letaralidad en la que yo me apoyaba. El seguía un camino que seguí yo, que milité en el PO hasta 2004, y después se individualizó. Ahí nos entramos a hablar de par a par en lo político y también en lo artístico.

-¿Cómo era su vena artística, que es la más desconocida?

-El intentó entrar a la carrera de cine, le gustaba mucho el cine; dibujaba y tenía mucha sensibilidad para los instrumentos: tocaba la guitarra, el teclado, el acordeón. El era muy autodidacta. Aprendió solo a tocar la guitarra y después me enseñó a mí. Yo aprendí de él su motivación, su fiebre para avanzar, sus ganas.

-¿Y su rol casi de "maestro" para los más chicos del partido?

-Sí, pero siempre de par en par, él nunca enardeció de nada. En ese sentido, nunca tuvo problemas de ego, siempre estuvo con los pies en la realidad. El siempre decía que yo era un snob y que si tomaba un vino yo creía que era el mejor vino. Me decía que lo que yo hacía era lo mejor. Y el ahí un poco me bajaba siempre. Esas cositas se perdieron, pero haberlo perdido para siempre es lo que más duele. Esas redes que se constituían dentro de una familia desaparecen y por suerte no hay nadie que las reemplace.

-¿Crees que el pudo haber previsto ese alto riesgo en aquella fatídica marcha?

-Pienso lo mismo que los compañeros del Partido Obrero: fue una sorpresa que una patota apareciera con arma de fuego con la intención de matar. Nadie lo esperaba y eso lo hizo más brutal e insospechado. No creo que nadie esté preparado para esto. Es un entramado muy complejo. Y la muerte de Mariano impactó más en la Justicia, con lo cambios que generó en la Cámara de Casación, que en los propios sindicatos. También repercutió esto en la creación del Ministerio de Seguridad y en la política actual.

-¿Desde la familia hubo algún reparo para su exposición en las manifestaciones?

-El ya había estado en otros tomas complicadas con la Policía y otras marchas. Vivimos en una sociedad en la que las escaramuzas terminan mal, pero la muerte de Mariano no tiene que ver con la irresponsabilidad. Ni siquiera entiendo que la actitud de Mariano fuera “heroica” y ahora digamos que fue estúpido. No fue eso. Nunca hubo crítica a la actividad de Mariano. Mi vieja siempre nos permitió desarrollarnos políticamente como quisiéramos.

-¿Desde algún sector se usó políticamente la muerte de Mariano Ferreyra?

-Sin ser ingenuo, claramente hay una utilización. Pero es parte de las reglas de las política y del juego. Ahora, usar a Mariano para la campaña electoral no me parece tan copado. Yo entiendo... Como familiar de la víctima puede expresa mi disgusto. Aunque era previsible. Uno como familiar quiere apropiarse de la imagen de Mariano y creo que hay una sobreabundancia de imágenes de Mariano, ya un ícono de la izquierda. Usarlo en un proceso electoral no sé si aporta y hay un cuestión ética de por medio. Fijate que ni el Frente para la Victoria usó la imagen de Néstor Kirchner en estas elecciones. Pero sí el PO llevó la imagen de Mariano. Es interesante por cómo una imagen repercute en las personas.

-¿Qué futuro político le verías si no hubiese pasado lo que pasó?

-Hubiera sido un dirigente de la zona sur, de Avellaneda por lo menos hubiera sido un dirigente importante. El ya estaba el Comité Central de la zona sur del PO. Como dirigente integral se hubiese sumado ahí en muchas luchas. El siempre intentó como dirigente secundario ser algo más y lo estaba logrando. En el funeral me sorprendió que hubiera tanta gente involucrada con él. Fue sorprendente.... Las anécdotas que te cuentan. Es dificil saber si él hubiera trascendido de la lucha de los trabajadores, pero puede ser. El también tenía otras inquietudes. Es una lástima, se nos fue muy joven.

*De la Redacción de Perfil.com.