La Justicia reconoció, entre todas las personas que aparecieron en los videos por la quita de documetos de la financiera SGI, a Sebastián Pérez Gadín, un hijo del contador de Lázaro Báez, Daniel Pérez Gadín.
Entre los empleados llamó la atención que aparece el hijo del empresario moviendo papeles, lo que aumentó las sospechas de la fuerte vinculación de los Gadín con Báez.
A esto se sumó la decisión de separar a la Prefectura Naval de la investigación. Tras dar a conocer la noticia, ahora será la Gendarmería quien realizará las tareas de análisis pericial y propiamente policiales.
La decisión la tomó el juez federal Sebastián Casanello, a cargo del caso. Por esas imágenes, el juez prescindió de la colaboración de la fuerza. Si bien el uniformado aún no está identificado, la Justicia le pedirá explicaciones sobre su presencia en la financiera. No fue la primera decisión de estas características. Casanello ya había prescindido de la colaboración de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que realizó el primer allanamiento en SGI el 18 de abril, cuatro días después de la denuncia periodística.
Anteayer, el juez junto con el fiscal federal Guillermo Marijuan le tomaron declaración a siete empleados de la empresa que identificaron en los videos de seguridad a las personas que sacaron papeles de SGI y de la oficina contigua de la financiera, la consultora OACI, de Daniel Pérez Gadín, el contador de Lázaro Báez. Lograron identificar a las personas que trabajaron sacando papeles y a los que circularon por el pasillo de ese piso.