El miedo de perder libertad

Carlos Belloso reparte sus días entre las funciones de la comedia Le prénom, en el Multiteatro, y el rodaje de La vida después, un film intimista donde personifica a un escritor. El actor sostiene que la obra le da “un handicap que sólo el teatro comercial te puede brindar. Hago ocho funciones por semana y se está hablando de hacer temporada en Mar del Plata. Es palo y palo”, y jura que en estos momentos prefiere hacer cine y no televisión. “Hay cosas que se repiten en tevé y encuentro desafíos más interesantes en las películas”.
—Vos te formaste en el under, ¿existe hoy un lugar como el Parakultural, espacio de donde salieron Urdapilleta, Tortonese y las Gambas al Ajillo?
—Sí, aunque haya muchos que piensen lo contrario. Existe el espacio que respeta humildemente eso y lo mantiene. En el off voy a la fuente, necesito sentirme libre, expresarme, mientras que el comercial deja dinero, y a eso también lo quiero.
—¿Cuánto de actualidad tiene “Le prénom”?
—Mucho. Si te ponés a pensar en la rivalidad de Peto (Menahem) y Germán (Palacios), socialistas versus burgueses, podría ser tranquilamente una disputa entre kirchneristas y no kirchneristas. No se profundiza la discusión siendo que estamos en el mismo bote que se hunde.
—¿Creés que la convicción de un artista tiene precio?
—No. Yo tengo miedo de adherir a las cosas por perder la libertad, eso no se negocia nunca. Y si adhiero al Gobierno o Clarín nunca me tiene que atentar la libertad. Si quisieran cooptarme tendrían problemas. El caso concreto es con Miguel Del Sel, lo agarran, lo entrenan un rato, lo sacan a la palestra y hasta logra votos.
—En 2008 dijiste que le tenías fe a Mauricio Macri. ¿Seguís pensando igual?
—No. Me parece que Macri es un inoperante. Es tremendo. No estamos bien en todo sentido, no sabemos quién es el culpable de la inflación y la cultura del trabajo se desestabilizó.
—¿Le creés a Lanata?
—Sí y no. El tema de lavado de dinero de Lázaro Báez y Fariña es cierto, pero también hay un show que tiene partes de ficción. El show de las bóvedas es más para reírte, y si es cierto sería un escándalo. Hay un mensaje político equivocado y contradictorio. Me creí lo de los derechos humanos. Es una barbaridad los 51 muertos de Once y que no se sepan las cifras de muertos en La Plata. ¿Ves? Nadie se salva y de la clase política no rescato a nadie.
—Vos fuiste combatiente de Malvinas, ¿qué sentiste cuando te enteraste de la muerte de Margaret Thatcher?
—Fue una mujer muy desagradable. Se terminó una época de estar puteando a una vieja. El reclamo de las Islas sigue vigente, y yo tengo fe que en algún momento, se van a recuperar.
—¿Este Gobierno hace algo por recuperarlas?
—Y… no. No soy reconocido como veterano de guerra por un decreto de Cavallo, y este Gobierno no me mira y nos ningunea sistemáticamente.