Una nota de opinión publicada hoy por el matutino norteamericano New York Times critica con dureza la campaña presidencial de la senadora Cristina Fernández de Kirchner, a quien considera excesivamente enfocada en las relaciones internacionales y fuera de los problemas que atañen a la Argentina.
Ya desde el título, el artículo hace referencia a la Primera Dama y candidata por el Frente para la Victoria como la "reina Cristina" y sostiene que " trata a su campaña presidencial más como una coronación que como una contienda política".
Firmado por el periodista Alexei Barrionuevo, el artículo sostiene que la candidata privilegia los encuentros con banqueros, diplomáticos e inversores en el exterior por sobre las entrevistas con medios argentinos y señala que este es uno de los puntos que más le critican sus detractores.
En ese punto, el autor cita la opinión de Michael Shifter, vice presdente de Inter. American Dialogue, un grupo de investigación con base en Washington: "Existe el riesgo de que esté tan enfocada en la política internacional que pierda de vista los problemas de la Argentina".
Entre esos problemas, el diario nombra la crisis energética, un presupuesto cada vez más chico y la inflación, que –aseguran- está cerca del 15 por ciento anual, el doble de lo que admite el Gobierno.
Según Barrionuevo, la gran cantidad de viajes al exterior del Presidente y su esposa son parte de un plan para reenfocar la atención en las relaciones bilaterales con los Estados Unidos, que habían sido descuidadas durante la presidencia de Kirchner.
Además, critica a la primera dama por ser "mandona y autoritaria" y se asegura que quienes se reunieron con ella dicen que "da discursos en vez de escuchar".
Con respecto a sus oponentes en la carrera por la Presidencia, se nombra a Elisa Carrió, Roberto Lavagna y Ricardo López Murphy y se insiste en que la "oposición es tan débil que el presidente Kirchner ha podido evitar casi totalmente las entrevistas con medios nacionales".
Hacia el final de la nota, el periodista afirma que Cristina "está menos interesada en emular a Evita que a Hillary Clinton".
Fuente: New York Times