El exarzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio fue identificado durante años por el kirchnerismo con lo más nefasto de la historia de la Iglesia y de su relación con la última dictadura. Sin embargo, desde que desde la presidenta Cristina Fernández de Kirchner entendió el nuevo rol del Papa argentino y elogió su persona, se produjo un cambio masivo de opinión en todas las filas K. Hoy, el kirchnerismo celebra su primer aniversario como Sumo Pontífice.
"Un año compartiendo esperanzas", dice el afiche de la organización de publicidad kirchnerista Equipos de Difusión que desde este miércoles se puede observar en las calles y avenidas porteñas.
Muchas otras opiniones en favor del aniversario del pontífice surgieron desde el arco político del Frente para la Victoria, así como también de periodistas o referentes sociales. Sin embargo, antes de que la Presidenta demostrar públicamente su apoyo a Bergoglio, las críticas arreciaban desde distintas flancos hacia el flamante jefe de la Iglesia Católica.
El legislador Juan Cabandié tuiteó el 13 de julio de 2010: "Iglesia inquisidora! Bergoglio el jefe de la banda". El tweet fue borrado más adelante. La opinión de Cabandié se mostró coherente con la voz cantante del kirchnerismo. No sólo lo alabó sino que fue a su encuentro en Roma luego de su nombramiento el 13 de marzo de 2013.
El periodista Horacio Verbitsky calificó entonces el nombramiento de un Papa argentino como "una vergüenza para Argentina y Sudamérica".
Ese mismo día su colega y columnista de 6-7-8 Cynthia García tuiteó: "Cuánto tiempo tardará la iglesia católica en pedir perdón por haber elegido a Bergoglio Papa? Como mínimo,durante la dictadura fue cómplice". Dos días después lo elogiaba: "Francisco es austero, táctico, Cercano a la realidad y adherente a la doctrina social de la iglesia. Ojalá logre un buen papado".
La tapa del matutino cercano al Gobierno Página/12 tituló al día siguiente: "¡Dios mío!" y lo volvió a señalar como cómplica de la dictadura militar.
La propia Estela de Carlotto habló esa misma semana de las implicancias de la Iglesia durante el período de la dictadura militar y del rol de Bergoglio por entonces. "Hay acusaciones serias sobre su persona. Hay una denuncia en la Justicia, se lo ha investigado. Bergoglio pertenece a la Iglesia, hoy representa a esa Iglesia que oscureció la historia en nuestro país. Ha colaborado con la entrega de dos sacerdotes", denunció entonces. Luego, ella también viajó a Roma para ponerse en contacto con el Papa Francisco y se olvidó de sus palabras anteriores.
Luis D'Elía esgrimió entonces: "Francisco I es a América Latina lo que Juan Pablo II fue a la Unión Soviética. El nuevo intento del imperio por destruir la unidad suramericana".
Otro de los notables "milagros" que logró Francisco fue que la Presidenta decidiera este añó sí asistir al Tedeum en Buenos Aires, en la celebración realizada en la Catedral metropolitana. No concurre al templo primado desde 2006, cuando Néstor Kirchner participó de la ceremonia por última vez. Desde el año siguiente decidieron trasladarla a otros puntos del país.
El Parlamento argentino tampoco se vió privado de la virtual beligerancia entre Bergoglio y el kirchnerismo. Cuando se produjo su nombramiento como Papa hace exactamente un año, sectores del radicalismo y el PRO solicitaron un cuarto intermedio para poder ver y ser testigos de la ceremonia, pero Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, denegó el pedido y se continuó con un reconocimiento al expresidente Hugo Chávez. Hoy, Domínguez es uno de los principales defensores del Papado del argentino.
El giro de 180 grados también afectó, entre otros, a la diputada provincial del Frente para la Victoria Stella García, ex mujer de Rudy Ulloa, quien ahora impulsa una misa en honor al Papa Francisco, pero en 2012 opinaba que Bergoglio no merecía ser llamado “Señor”. "Incentivó a la violencia, no fue mediador y su rol fue meramente opositor", dijo entonces. Palabras ya olvidadas.
El archivo muestra incluso ataques más fuertes. En enero de 2008, Hebe de Bonafini "defecó detrás del altar de la Catedral", según ella mismo expresó. Es que durante la toma que hicieron de la Catedral porteña, la titular de Madres sostuvo que tuvieron que "improvisar un baño con un balde" porque las puertas de los baños estaban cerradas.