La Fundación El Libro -organizadora de la Feria del Libro- anunció a principios de marzo que el escritor y político peruano Mario Vargas Llosa, último Nobel de Literatura, inauguraría este año la 37º edición de la exposición. La elección fue repudiada por un grupo de kirchneristas (encabezados por el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González), quienes lo acusaron de "atacar a los gobiernos populares" y repudiaron su presencia en Buenos Aires.
El rechazo kirchnerista recibió duras críticas de la oposición y del mismo Vargas Llosa, quien dijo que la única vez que lo vetaron fue "en la dictadura militar" y acusó a los oficialistas de "piqueteros intelectuales".
Finalmente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenó retirar la carta firmada por Horacio González y el escritor peruano inaugurará la Feria tras ser declarado huesped de honor porteño. Sin embargo, parece que los políticos que tanto lo defendieron y atacaron conocen muy poco de su obra, en la que resaltan La casa verde y Conversación en la catedral, entre otros.
Un notero de CQC preguntó a algunos dirigentes sobre la obra de Vargas Llosa. Adrián Pérez, diputado de la Coalición Cívica, lo calificó de "buen autor", pero cuando se le consultó qué escribió respondió primero "muchas cosas muy valiosas" y luego "Cien años de soledad", que en realidad pertenece a Gabriel García Márquez.
Del otro lado del espectro político, la kirchnerista Diana Conti dijo que Vargas Llosa es "una persona refractaria con sus principios", pero luego incluyó entre sus escritos a "Las venas abiertas de América Latina", publicado por el uruguayo Eduardo Galeano.