El caso López desató un estado de desesperación en el peronismo. Hubo reuniones y llamadas cruzadas para pedirles al presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, y a los gobernadores y ex gobernadores que integran la conducción que llamen de urgencia a una reunión del Consejo partidario con el objetivo de hacer desaparecer al Frente para la Victoria, al menos del Congreso.
“Tenemos miedo de que este escándalo nos lleve puestos a todos”, confió una fuente partidaria a PERFIL. Desde intendentes hasta jefes de las provincias peronistas presionan para que los bloques en el Congreso dejen de portar el nombre kirchnerista –tanto en el Senado como en Diputados– como primera reacción a la detención del ex secretario de Obras Públicas de los K.
“Si no actuamos rápido, pierde todo el partido”, consideró un diputado peronista que integra el bloque justicialista, pero que está preocupado por el futuro partidario. La idea que circula en los pasillos del Parlamento es que, con una nueva impronta, puedan volver a confluir en el futuro cercano el bloque de Diego Bossio con los peronistas que siguen dentro del FpV. Habrá que ver qué pasa con el núcleo duro que integra La Cámpora.
Por ahora, la agrupación de Máximo Kirchner bajó el perfil. No trata de imponer el criterio de Cristina Kirchner en la bancada y espera amortiguar el impacto evitando más fugas. Cuando parecía que se irían más legisladores (además de los misioneros), paró la sangría. Pero el destino del bloque no está siquiera en manos de Gioja, que es el vicepresidente segundo de la Cámara de Diputados.
“A Gioja no le va a quedar otra que tratar este tema en una reunión del Consejo partidario”, explicó una fuente del partido a PERFIL.
Sin embargo, hay quienes creen dentro del Frente para la Victoria que no existe presión sobre Gioja, sino que es el propio Gioja el que quiere partir los bloques para volver a unificarse con el peronismo tradicional. “Es una vieja idea de Gioja. Es él quien la promueve”, opinó un diputado kirchnerista.
El miércoles, antes de la sesión en la que se trató el blanqueo y el pago a los jubilados en Diputados, Maurice Closs, el ex gobernador que supo respaldar a CFK, decidió abandonar el bloque junto a otros dos legisladores. Una senadora misionera imitó la decisión.
Hubo votos en disidencia con la orden del bloque de los diputados riojanos y entrerrianos, pero aseguran que a ellos se les había dado total libertad a la hora de la aprobación del proyecto enviado por el macrismo. La promesa de una renovación del bloque es lo que los contendría hasta el momento.
Las diferencias en la bancada del FpV no son de ahora. Vienen desde el cambio de gobierno. Pero hasta ahora Recalde y Gioja habían logrado apagar los incendios.
En el Senado la situación no es menos compleja: un grupo de 14 legisladores sigue fiel a Cristina Kirchner, y aunque no armaron su propio espacio, votan por separado en casi todos los proyectos. El devenir del caso López puede acelerar los tiempos.