Que Héctor Magnetto (65) tenga una impresión escéptica sobre el futuro del país no quiere decir que se haya resignado al desguace económico de su grupo. Algunos de sus colegas empresarios lo vieron, en los últimos días, golpeado, aunque hiperactivo. Y sorprendentemente rehabilitado de su enfermedad, pese a que sigue mostrando sus dificultades para hablar y todavía complementa su alimentación a través de un sistema de sondas.
Si bien no les reveló la estrategia del Grupo, sí accedió a responder a las inquietudes políticas de sus interlocutores. “Vamos a pelear, porque tenemos todas las razones legales para defendernos de un ataque que ha sido eminentemente político –adelantó en una comida a sus circunstanciales interlocutores del establishment–. "Entre otras cosas, porque Kirchner, al final del camino, no tendrá futuro. Sólo disputa el poder por el poder mismo, pero le llegó la decadencia”. Apuesta a que la venganza de Kirchner contra Clarín se reduzca a pérdidas económicas “manejables”.
El CEO del Grupo concentra sus estrategias en ordenar la contraofensiva judicial del multimedios. No sólo por las puntuales objeciones que harán a la presunta violación de los “derechos adquiridos” en la recientemente aprobada Ley de Medios, sino por su naturaleza “inconstitucional”.
Magnetto confía en que la Corte Suprema no convalidará las facultades regulatorias de la ley (el artículo 56 impone contenidos obligatorios a los medios para estimular la producción nacional, el 55 dispone los horarios en que deben emitirse algunos de ellos y el 30 impone limitaciones en los cambios de programación) ni el intervencionismo estatal en el otorgamiento de licencias.
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