Lejos de aquellas de
"operaciones basura" que los Kirchner adjudicaron a la administración Bush por los
avances judiciales en torno a Guido Antonini Wilson, la relación de la Argentina con los Estados
Unidos atraviesa en estas últimas semanas un período de creciente acercamiento. Y a horas de la
llegada Buenos Aires del secretario de Asuntos Hemisféricos Tom Shanon,
el presidente George Bush recibió ayer la Casa Blanca al embajador Héctor
Timerman.
El mandatario estadounidense aceptó en la reunión las cartas credenciales del representante
diplomático del gobierno de Cristina Fernández y en el marco de la distendida audiencia, Bush tenía
una sorpresa:
allí estaba Tom Bernztein, el funcionario que se ocupó de la tramitación del asilo
político a Timerman en los años de dictadura.
Incluso pidió que le alcancen el libro escrito por Jacobo Timerman, "Preso sin nombre, celda
sin número", edición en inglés, que había llevado al encuentro el embajador.
El final de la reunión puso a Héctor Timerman camino a Buenos Aires, porque participará de
las actividades que tiene agendadas en Buenos Aires el secretario de Asuntos Hemisféricos Tom
Shanon.