Casi un centenar de personas de los cuadros más importantes del PRO se dieron cita esta mañana en el Buenos Aires Design. El objetivo: escuchar a los dos precandidatos que aspiran a suceder a Mauricio Macri en la ciudad, y, según algunas versiones, poner paños fríos a la interna.
Con ese objetivo Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti dispusieron de 45 minutos cada uno para hablar frente a ministros, secretarios, subsecretarios y legisladores. Todo lo escuchaba atentamente el jefe de Gobierno porteño. Los consultados por Perfil.com admitieron que el "ganador" entre ambos fue Larreta, aunque muchos reconocen que la intención de voto hacia afuera no es la misma que dentro del partido.
Aplausómetro. El primero en hablar fue el jefe de gabinete y su estrategia fue apelar a lo sentimental. Estuvo junto a su mujer Bárbara Diez y habló de experiencias personales en la gestión. "En mi familia siempre se habló de fútbol y de la política", dijo. Aprovechó el momento para contar anécdotas con varios de los presentes y subrayó el hecho de las crisis que superaron en su gestión. Es que la mayor parte de la gente presente en la reunión estaba relacionada con él, por ser funcionarios. Por eso a nadie sorprendió que lo aplaudieran varias veces, incluso una de pie. El discurso fue similar al que utilizó Macri cuando los presentó.
Power Point. Michetti hizo algo distinto. Llevó una presentación de Power Point. "Qué difícil es esto, no sé por qué estoy acá", comenzó. Acompañada de su novio, habló de lo que quería para la ciudad y sus planes para el futuro. Su discurso fue más técnico, a contra mano de lo que se especulaba. Luego, dejó bien en claro que se ofrecía como candidata del PRO. También recibió aplausos, aunque varios presentes afirmaron que menos que los de Larreta.
Próxima reunión. A pesar de los aplausos y discursos, lo cierto es que el PRO aún no tiene definido el candidato. Una vez finalizada la reunión, Macri les dijo a los colaboradores que habría una próxima reunión en 30 días aproximadamente. Los tiempos se acortan, ya que las elecciones, según propuso él mismo, serán el 10 de julio en la Ciudad de Buenos Aires.