Ya no se dice "ajuste". Y ni qué hablar de "tarifazo". Eso era antes, cuando la Argentina estaba en manos de gente insensible que gobernaba sólo pensando en su propio provecho. No como ahora, que todos los ministros renuncian a que el Estado les subsidie la luz, el gas y el agua. Porque durante el gobierno anterior...
Buena pregunta: ¿por qué ahora los subsidios son malos y los ministros renuncian a ellos y no renunciaron antes, cuando ya eran ministros y desde el 2003, cuando los Kirchner llegaron al poder, los servicios públicos están subsidiados?
Qué importa eso. No es hora de preguntas insidiosas propias de la prensa canalla y destituyente. En Cristilandia, lo que hay son necesarios y urgentes sinceramientos. Y si alguien el 23 de octubre votó inspirado en la capacidad de consumo de la clase media, que vaya pensando en que ya nada será igual porque la Patria así lo demanda.
Los Kirchner han sido verdaderos maestros de la construcción de relatos, como les gusta decir. Convirtieron el hecho de pagarle todo cash al FMI en un acto revolucionario sólo comparable a lo que en estas páginas hemos dado en llamar "ajuste progre", primero, y ahora "tarifazo cool".
Desde Cavallo no veíamos algo así en lo económico. Y acaso quieran convencernos de que no habíamos vuelto a verlo en lo político desde que las damas mendocinas donaron sus joyas para la causa sanmartiniana.
Pago contento, general. Hemos batido al enemigo.
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* Jefe de Redacción de la Revista Noticias y autor del libro "Patria o Medios"