Seguro de su triunfo electoral y más preocupado por su futuro político a partir de 2011, José Alperovich anticipó que si la Justicia no lo habilita para acceder a una nueva reelección como gobernador de Tucumán, no dudará en llamar a una nueva reforma constitucional para conseguir su objetivo de máxima y poder consolidar así su perpetuación en el poder.
Los magistrados tomaron nota de sus declaraciones y leyeron entre líneas una amenaza vedada: “Si reforma la Constitución para ser reelecto, no le costará nada incluir una cláusula que nos ponga a todos los jueces en comisión. En otras palabras, le aprobamos la reelección o nos termina echando a todos”, sostuvo ante Perfil un reconocido miembro del Colegio de magistrados.
El enfrentamiento de Alperovich con la Justicia tucumana no es nuevo, pero por estos días la batalla parece haber llegado a su punto más álgido, porque precisamente serán los hombres de toga los que determinarán si con la Constitución vigente tiene derecho a acceder a otro mandato.
La polémica se suscitó porque el dirigente radical Ariel García cuestionó ante la Justicia la cláusula transitoria que aprobó la reforma constitucional promulgada en 2006 que le permite al gobernador acceder a otro mandato, contando como primer período el que transcurra después de aprobada la carta magna. Según García la cláusula es anticonstitucional, porque se contradice con el artículo 90, que afirma que el gobernador durará cuatro años en sus funciones y podrá ser reelecto sólo por un período consecutivo más.
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