El encuentro entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par de China, Xi Jingpin, sirvió para firmar acuerdos bilaterales entre ambos países para promover el comercio y fortalecer relaciones. Pero el acto tuvo también una consecuencia inesperada: "amigó" a la mandataria con el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta.
Después de anunciar la "asociación estratégica integral" en la Casa Rosada, Cristina contó que, en una reunión previa en San Petersburgo, le pidió ayuda al representante chino con "dos obras fundamentales en la modificación de la estructura del país -reveló la Presidenta- como son las represas hidroeléctricas sobre el Río Santa Cruz y toda la primera etapa del Belgrano Cargas".
"El día llegó, hemos firmado en el día de la fecha, más que un convenio, el sueño de muchas generaciones de santacruceños, que es el aprovechamiento hidroeléctrico de uno de los ríos más caudalosos de la República Argentina, el Río Santa Cruz que nace en nuestros hielos continentales", explicó la jefa de Estado.
"Tengo que agradecerle que me escuchara y que hoy podamos estar haciendo realidad este sueño. Quiero saludarlos a todos y seguramente quiero dejarlos en contacto. Quiero escuchar también por supuesto la palabra del gobernador que está allí. Escuchar tus palabras, Daniel, en nombre de todos los santacruceños", dijo Cristina antes de cederle la palabra al gobernador de la provincia natal del kirchnerismo.
Por videoconferencia, tomó la palabra el mandatario provincial: "Hola Cristina, señor presidente de la República Popular China. Hoy, día histórico para los santacruceños, querida Presidenta. Estamos dejando atrás décadas de frustraciones y de olvidos. Y hoy empezamos a poner la piedra fundamental con la firma de estos convenios de financiamiento para décadas -y quizás más que décadas- de la definitiva transformación de la provincia que vos tanto querés", sostuvo.
De amor y de odio. Las palabras entre la Presidenta y el gobernador ocurren después de casi tres años de tensiones: tras ser reelecto en 2011, la Nación comenzó a retirarle la ayuda y los fondos a Peralta. Desde entonces, el gobernador lucha para mantener la provincia a flote y evitar las avanzadas de La Cámpora. Además, oscila entre los faltazos a los actos de CFK y las críticas abiertas: en octubre pasado propuso que la Presidenta "se vaya tranquila a su casa el 10 de diciembre de 2015".
El tono fue muy distinto hoy: "De las bondades de esta obra se van a llenar muchas páginas y seguramente nosotros mismos nos encargaremos de que así sea. Simplemente hablarte con el corazón que es lo que hoy embarga a todos los santacruceños", afirmó el gobernador.
Incluso asumió como propio el discurso del gobierno sobre los "fondos buitre": "Desde el viejo sueño de Hugo Castillo, de don Jorge Cepernic, y del compañero Néstor Kirchner, a esta realidad de hoy. En un momento muy especial para el país, donde estamos recibiendo inmerecidamente el ataque más grande de los fondos de especulación, que dando vueltas por el mundo, pretenden encapsular a la Argentina en una situación que no merece", afirmó.
"Hoy, gran parte del mundo real acaba, señora presidenta de la Nación, de dar un formidable respaldo a las políticas públicas y de estado que usted ha sabido parar con dignidad por sobre todas las cosas. Con una enorme dignidad, desde este rincón de la América del Sur, donde realmente la transformación de nuestra Patagonia va a tener a partir de ahora un impulso enorme y fenomenal", agregó Peralta.
"Le quiero decir, sin temor a equivocarme, la enorme mayoría del pueblo de Santa Cruz está ahora de pie porque se está consolidando un sueño que nos permite, gracias a su decisión política, entrar a la historia grande de nuestra patria. Muchas gracias Cristina, muchas gracias con el corazón", concluyó el gobernador.
