A pesar de que la Argentina vive en democracia desde hace 30 años, las heridas abiertas por la guerra sucia siguen intactas, sin poder cicatrizar. Esas heridas volvieron a sangrar cuando el ministro de Justicia, Julio Alak, organizó un asado para 2.000 personas en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionaba el principal centro de detención clandestina de la dictadura entre 1976 y 1983, convertido en Espacio Memoria y Derechos Humanos.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite