POLITICA
ELECCIONES 2015

En el PRO ven muy difícil un pacto pero aún hay negociaciones abiertas

Por Ezequiel Spillman | La relación del macrismo con el Frente Renovador pasa por momento de tensión. Desde el PRO ven “perdido” a Massa.

Ayer. El jefe de Gobierno, en La Matanza, de campaña con sus candidatos a gobernadora e intendente, y militantes.
| Prensa PRO

Sergio, se te van a ir todos los intendentes con el Gobierno”. El mensaje que le envió uno de los armadores políticos de Mauricio Macri a Sergio Massa en marzo debe estar todavía en el celular del ex intendente de Tigre. La caída de la candidatura de Francisco de Narváez y el intento de acercamiento por parte de Massa al PRO no hicieron variar, hasta ahora, la mente de Mauricio Macri: le negará una interna para presidente.

Desde marzo, las relaciones entre el massismo y el macrismo nunca cesaron, pero en las últimas semanas se habían enfriado tras la decisión del PRO de no abrirse. Hoy ven a Massa “perdido”, según lo describieron dos dirigentes de peso. Siquiera pidió una reunión privada con Macri.

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Por ello la opción que le ofrecerán al líder del Frente Renovador es que baje su candidatura –creen que lo hará en breve–, anuncie su apoyo al PRO y sume a los intendentes massistas que no tienen retorno al Frente para la Victoria al armado del macrismo, la UCR y la Coalición Cívica.

Entre otros, los intendentes Joaquín de la Torre (San Miguel) y Mario Meoni (Junín) ya adelantaron que están de acuerdo con ese camino.

Otros ex massistas, como Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) o Gustavo Posse (San Isidro) negocian llevar al jefe de Gobierno en sus listas.

Por ello Macri prefiere que Massa no aparezca en una boleta con él. En primer lugar porque lo “desperfilaría” como expresión de lo nuevo, tal como pregona su asesor Jaime Duran Barba, y en segundo lugar para no embarrar la cancha con sus aliados, en especial Elisa Carrió. Más aún, la dimisión del Colorado De Narváez a su candidatura le dará un alivio: en la intimidad Macri siempre deseó no tener que volver a sentarse a discutir con él, a quien rechaza de manera personal.

Por ello en el macrismo evalúan que la jugada de Massa de aliarse con José Manuel de la Sota, el gobernador cordobés, es sólo una puesta en escena para intentar cerrar un acuerdo con Macri.

“Hoy el tema parece cerrado, hay una militancia en contra de Massa muy fuerte, pero hay otros actores también que están jugando para que eso se abra”, confía a PERFIL uno de los integrantes de la “mesa chica” del PRO.
Esos “actores” –dirigentes políticos, pero sobre todo empresarios del juego, de la construcción y del mundo de las finanzas– intentan convencer a Macri bajo dos argumentos: que necesitará del Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires y que, sin Massa, podría abrirle la puerta a una victoria en primera vuelta del kirchnerismo. En este marco ayer el líder del PRO aseguró que si CFK está en la boleta “no creo que sea una candidata con muchos votos”. Y agregó: “Una cosa es tener una imagen razonable hacia el fin de su mandato y otra es tener una capacidad electoral tan significativa”. Las prioridades pasan hoy por reforzar el conurbano bonaerense.

 

La Provincia, eje de los mayores esfuerzos

La estrategia política, tras la decisión de sostener a María Eugenia Vidal como candidata a gobernadora bonaerense, es avanzar en cada distrito con candidatos propios entremezclados con aliados (UCR, Coalición Cívica y peronistas). Para ello ya es un hecho la incorporación de Ricardo Ivoskus para San Martín y la apertura de una mesa de negociación con los radicales que responden a Ricardo Alfonsín en el conurbano bonaerense. Ahora apostarán las fichas en la tercera sección electoral. Ayer Macri estuvo con Vidal en La Matanza, junto al candidato local, Miguel Saredi, y al periodista deportivo Fernando Niembro, quien será candidato a diputado nacional. Horas más tarde Vidal fue a Lanús, donde Néstor Grindetti, el ministro de Hacienda porteño, intentará arrebatarle la intendencia al PJ.