En la Plaza San Martín reclamaron una amnistía

Los familiares de víctimas de la guerrilla le reclamaron ayer al presidente Néstor Kirchner que envíe al Congreso nacional un proyecto para amnistiar a todos los militares de la última dictadura militar.

Así lo expresó anoche el titular de la Asociación de Víctimas de Terrorismo Argentino (AVTA), José Sacheri, al cerrar el acto que se realizó en la plaza San Martín, donde concurrieron unos tres mil manifestantes, entre ellos varios militares y policías retirados.

A pesar del “contra-acto" paralela organizada a escasos metros del lugar por sectores de izquierda, el acto terminó sin incidentes.

El titular de Convergencia Socialista, Juan Carlos Beicas, pidió a la Policía "investigar a cada uno de los participantes" del acto en memoria de las víctimas de la guerrilla, porque dijo: entre ellos "están quienes secuestraron a (Julio) López", testigo clave para la condena al represor Miguel Etchecolatz, desaparecido desde hace 19 días.

Sacheri y sus pares de la Asociación Argentinos por la Memoria Completa, Cecilia Pando, y de la Comisión de Homenaje Permanente de las Víctimas del Terrorismo, Ana Lucioni, reclamaron también al gobierno "la aparición con vida" del testigo del caso Etchecolatz, Jorge Julio López y reivindicaron la postura de que "en los '70 se vivió una guerra interna" en el país.

Reclamaron que "también se enjuicien a los terroristas asesinos" de sus familiares y advirtieron que la única forma de terminar con "la división, los odios y rencores", es que el gobierno dicte "una amnistía lo más amplia posible".

"Procurar una amnistía lo más amplia posible es una salida ajustada a derecho que puede darnos paz y tranquilidad a todos los argentinos", enfatizó Sacheri en su discurso.

Con Sacheri coincidió Pando, quien no habló en el acto, pero destacó en declaraciones a la prensa, que a pesar de la contramarcha "todo salió bien, en un marco de respeto" y sin incidentes.

"Si quieren que los juicios a los militares continúen, que también comiencen los juicios a los terroristas que han asesinado a todas nuestras víctimas" dijo Pando y confió en que "el Presidente dé un gran gesto y otorgue una amnistía" para todos los que participaron del conflicto en los años '70.

"Nosotros ya hicimos nuestra autocrítica, reconocimos los errores cometidos y estamos esperando que del otro lado también los reconozcan", señaló la esposa del militar sancionado por Kirchner, Rafael Mercado.

Lucioni, la segunda oradora, advirtió que "ambiciones espurias se abaten" sobre la Argentina, donde "sólo tienen derechos los familiares de desaparecidos y los militantes de agrupaciones terroristas", pero advirtió que "la sangre de derramada no se negocia y ningún soldado pide perdón por haber defendido a su patria".

"Hoy más que nunca debemos luchar por la reconciliación", dijo al hablar frente a los manifestantes reunidos en la Plaza San Martín.

El acto se caracterizó por la utilización de cientos de carteles con fotos y nombres de los militares y civiles muertos en ataques guerrilleros entre los años 1974 y 1983, en una estética similar a la usada en sus actos por los familiares de los desaparecidos por la dictadura.

Se emitió además, un video en el que aparecían imágenes de las víctimas, entre las que se destacaron los 14 militares muertos en el ataque de la agrupación montoneros al Regimiento de Infantería 29 de Formosa en 1975 y se leyó una carta del Episcopado abogando por "la reconciliación nacional".

Los dos únicos oradores del acto, Sacheri y Lucioni, hicieron mención a la teoría de que "en los 70 hubo una guerra" y justificaron esa postura, leyendo informes de "prensa" e incluso declaraciones del ex presidente Juan Domingo Perón, haciendo alusión a "los terroristas comunistas" que "por la violencia y las armas buscaron adueñarse del poder" y "las instituciones".

Incluso, entre las víctimas además de militares y sus familiares, mostraron la foto del asesinado ex jefe de la CGT, y dirigente peronista, Juan José Rucci.