La calma regresaba esta mañana al centro de la capital tucumana, tras la tensión y el miedo que generaron los rumores de saqueos. Ayer, estas versiones alteraron a los peatones que recorrían la zona comercial para hacer las compras de Navidad. En numerosos locales, en los accesos a algunas galerías y en por las calles puede verse la presencia de uniformados de la Policía.
El ministro de Seguridad Ciudadana, Jorge Gassenbauer, y el jefe de la Policía, Jorge Racedo, responsabilizaron a un grupo de entre 20 y 30 jóvenes por los desmanes de ayer. Los funcionarios insistieron en que hubo algunos robos y no saqueos, y precisaron que un millar de agentes participan desde anoche en el operativo denominado "Felices Fiestas". El objetivo es llevar tranquilidad a la población y prevenir hechos como los de ayer.