El escenario de negociación de deuda y la posibilidad de un default cruza todas las variables internas pero también llega a los organismos multilaterales de crédito como el BID y el Banco Mundial, donde aseguran que incluso si falla la negociación con los privados, se mantendría el financiamiento. El representante ante el BID por la Argentina, Gustavo Beliz, negocia con José Luis Lupo, gerente del departamento Cono Sur del banco, los fondos para 2020-23, mientras Economía elabora el Presupuesto y define prioridades. “La expectativa es favorable. La Argentina nunca dejó de cumplir con el BID”, asegura Guillermo Franco, director ejecutivo por Argentina y Haití en la junta directiva del BID. “La posición de capital del banco no cambia por la deuda”, indicó. Pese a eso, si la Argentina entra en default, puede afectar al banco porque parte de su cartera puede bajar en calificación, lo que implica tasas más altas de financiamiento.
La Argentina tiene una cartera activa de créditos aprobados de US$ 10.100 millones con el BID pero todavía falta desembolsar unos US$ 6 mil millones que se interrumpieron durante la gestión de Mauricio Macri porque el país no desembolsó su contrapartida de fondos. El reparto para los proyectos es 70% del BID y 30% del país que los recibe, aproximadamente.
Para este año habría unos US$ 1.000 millones, según lo que estaba contemplado en el plan bianual, mientras que el nuevo gobierno avanza en reorganizar los proyectos para los próximos cuatro años.
Del otro lado, también podría haber un “auxilio” desde el Banco Interamericano a través de los préstamos de apoyo al Tesoro, como el que ya se destina para fortalecer la Asignación Universal por Hijo. Los créditos bajo las siglas PBL se otorgan para favorecer la estabilidad macroeconómica.
Bajo la idea de que Gustavo Beliz como candidato a presidente del BID en reemplazo de Luis Alberto Moreno se plantea si Argentina podría ser uno de los principales receptores de los créditos del organismo, como lo es hasta ahora. Para Franco no hay impedimentos. “Brasil es el principal receptor”, asegura y recuerda que el otro contendiente es Marcos Troyjo, secretario del Ministerio de Economía de Jair Bolsonaro en Brasil (ver aparte).
En el Banco Mundial, la cartera con la Argentina llega a U$S 6.800 millones, de los que falta desembolsar unos US$ 2.600 millones. Por año se otorgan aproximadamente US$ 700 millones y el repago llega a una cifra similar. Hay líneas pendientes que se pueden revisar pero el 70% de la cartera está dirigida a programas sociales.
Si bien hay revisión de los programas, “no está bajo análisis una línea especial del Banco Mundial”, indican desde la entidad que prevé, por otra parte, que Argentina volverá a dejar números en rojo este año. Las cifras se conocerán en abril, durante la reunión de primavera boreal del FMI y el BM, que este año se hará de forma virtual.