Ernesto Sanz, senador y precandidato a presidente por la UCR y Aníbal Fernández, jefe de Gabinete intercambiaron críticas en relación a las declaraciones de Fernández que había acusado al fallecido fiscal Alberto Nisman, en la mañana de ayer, de usar los fondos que el Estado le daba para investigar la causa AMIA "para salir con minas y pagar ñoquis".
Esta mañana, Fernández ratificó sus dichos sobre Nisman y tras asegurar que cometió "varios delitos", como "malversación de caudales públicos, cohecho y peculado", dijo que le tiene "sin cuidado, si (Nisman) sale con una, dos o cien mujeres, o si sale con hombres, o si no sale con mujeres ni con hombres y sale con animales", aunque aseguró que "la vida licenciosa y cara, muy cara" que presuntamente llevaba el fiscal "entra en una vertiente distinta".
"No hablamos de las acciones privadas, hablamos de las acciones que tienen relevancia penal. Y la tienen la malversación de fondos públicos, por contratar ñoquis; el cohecho, por sacarle la mitad del sueldo a alguien que se incriminó y que no mejora su situación por haber denunciado esta situación", reiteró en su charla habitual con los medios antes de ingresar a la Casa Rosada.
El funcionario rechazó también las críticas que recibió por sus expresiones de ayer y manifestó que "no se santifica a los muertos, porque se murieron". "Lo que Ernesto Sanz llama cobardía yo lo digo con todas las letras, no me escondo, no bajo la cabeza. Él va a tener que bajar la cabeza por rifar al radicalismo", respondió con un ataque.
Anoche por la señal cable Todo Noticias, Sanz salió al cruce Fernández y lo descalificó: "Hay que ser muy cobarde para agraviar a un muerto que no se puede defender". Y añadió: "Esta es una estrategia del Gobierno, que quiere deslegitimar al fiscal Nisman", sobre quien el jefe de Gabinete, además, había dicho que era un "turro".
Por su parte, Sanz concluyó con que "no quiere resignarse" a que no se sepa la verdad sobre la muerte del fiscal aunque, recordó, "no se sabe lo que pasó en la AMIA ni en la Embajada".