Un 30% de los porteños entrevistados por el trabajo de Federico González y Cecilia Valladares Consultores se mostró dispuesto a cortar boleta en las elecciones del 27 de octubre próximo. Esta situación no sólo tendrá implicancias en las diferencias que Gabriela Michetti le saque a Sergio Bergman y Elisa Carrió a Pino Solanas, sino que también puede tener un efecto clave en la elección para legisladores porteños.
En el cuarto oscuro habrá 17 boletas cortas. Se trata de listas que no tienen candidatos para cargos nacionales. Sus candidatos aspiran a que los votantes corten boleta en la categoría local. Es el caso de dirigentes como Graciela Ocaña o Rafael Gentili, o fuerzas que debutan en las urnas como el Partido de la Red o el Liberal Libertario.
El efecto Cabandié, en este caso, puede terminar afectando las posibilidades de la lista del Frente para la Victoria que encabeza el ex canciller Jorge Taiana, quien además deberá competir contra otra lista que irá pegada a la boleta del kirchnerismo, encabezada por Pablo Ferreyra (hermano de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero asesinado por una patota sindical).
La experiencia de las primarias muestra, sin embargo, que el corte de boleta finalmente es menor al esperado.
En esas elecciones de agosto, a pesar de que también se esperaba un corte de boleta del 30%, al final sólo se dio en un 5% aproximadamente. En ese caso, el interrogante será ver cuál de todas las boletas termina teniendo mayor predominancia