“La división del siglo XXI está entre aquellos que logran soluciones para que la gente viva mejor y aquellos que no”. Con esa definición, pronunciada en una entrevista con la agencia AFP, el presidente Mauricio Macri evitó asumir (o negar) ser de derecha. Entre sus referentes, mencionó a Bill Clinton, Fernando Henrique Cardoso, y Álvaro Uribe Vélez. “Han hecho transformaciones”, sintentizó.
Pero ninguno de estos tres estadistas dejó la oficina pública sin fuertes denuncias: desde un escándalo sexual hasta la violación de los derechos humanos.
Bill Clinton. El ex presidente de Estados Unidos y marido de la actual precandidata por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, generó un escándalo de dimensiones mundiales cuando el “Monicagate” llegó a las tapas de los diarios: Clinton tuvo que enfrentar un impeachment luego de se publicaran conversaciones telefónicas en las que Mónica Lewinsky, una una becaria de 22 años que trabajaba como secretaria en la Casa Blanca, reconocía haber tenido relaciones sexuales con el presidente. Fue acusado por obstrucción de la Justicia y perjuro por haber mentido bajo juramento ante el Congreso de los Estados Unidos. Su licencia de abogado fue revocada y tuvo que pagar una multa de 90.000 dólares.
Aunque no tuvo la misma repercusión, Clinton también es criticado por flexibilizar el mercado de derivados e impulsar la ley Gramm-Leach, que desreguló la actividad financiera permitiendo a los bancos fusionarse con aseguradoras y cajas de inversión. Para muchos, la ley Gramm-Leach está en la base de la crisis financiera global.
Fernando Cardoso. Considerado uno de los padres de la teoría de la dependencia, Cardoso fue duramente criticado sobre el final de su presidencia por la crisis que asoló la economía de su país en los últimos años de la década del 90, y que llevó a la victoria del entonces dirigente gremial Luiz Inácio Lula Da Silva.
Casi veinte años después, el escándalo lo vuelve a acosar: el histórico dirigente de la Socialdemocracia Brasileña enfrenta en la actualidad una denuncia por fraude que involucra también un escándalo privado: hace días, la periodista Mirian Dutra detonó una bomba mediática al admitir no sólo que había tenido una relación el ex presidente sino que derivaba fondos públicos al exterior para pagar la educación de su hijo no reconocido.
Según reveló Dutra, Cardoso, quien enviudó en 2008 tras 60 años de matrimonio con Ruth Correia Leite, le envió dinero todos los meses a través de un contrato falso con la empresa Brasif de Exportaciones e Importaciones, radicada en las Islas Caimán, para costear los gastos de mantenimiento de educación del hijo de su amante, al que nunca, sin embargo, reconoció como propio.
Álvaro Uribe. Quizás las acusaciones más graves son las que pesan sobre el expresidente Colombiano: Uribe es actualmente investigado por presunta colaboración con grupos paramilitares durante su gestión como gobernador del departamento de Antioquia, y su participación en al menos una masacre ha sido testificada por el paramilitar condenado Francisco Enrique Villalba, quien fue asesinado meses después de realizar la denuncia.
La política uribista de lucha contra las FARC también ha suscitado escándalos y conflictos internacionales: la operación Fénix, uno de los golpes más duros asestados a la guerrilla, requirió la invasión del espacio aéreo y terrestre ecuatoriano y la ruptura de las relaciones entre ambos países. Incluso Ingrid Betancourt, rescatada durante más de seis años por la guerrilla, ha criticado duramente la política militar Uribe, hoy enfrentado al presidente Santos, quien fuera su ministro de Seguridad y quien parece estar logrando, finalmente, el cese del conflicto armado.
Finalmente, también están en la mira de la justicia los hijos del exmandatario, Tomás y Jerónimo Uribe, quienes se hicieron millonarios con el negocio de basura. Actualmente están siendo investigados, luego de que se descubriera que son titulares de cuentas en las Islas Vírgenes, un conocido paraíso fiscal.