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Maltratos y amenazas: el 'modus operandi' de Balcedo según sus víctimas

Docentes afiliados sin saberlo; préstamos y deudas eternas; periodistas precarizados y extorsiones. El caso de la plaza salteña.

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El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) y empresario periodístico Marcelo Balcedo fue detenido en Punta del Este en una causa por maniobras vinculadas a delitos tributarios y lavado de dinero. | NA

El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME), Marcelo Balcedo está detenido en Punta del Este. Con su cara en todos los medios, las denuncias en su contra por estafas y maltratos comenzaron multiplicarse. Entre los casos que pudo recabar PERFIL se encuentran denuncias docentes y periodistas que fueron afiliados al sindicato sin saberlo, entre otros casos de estafas, precarización y extorsiones:

Pamela Bulacio es docente en la escuela 61 de San Martín. Todos los meses el gremio le descuenta casi mil pesos por mes. En 2014 pidió un préstamo de 10 mil pesos a través del sindicato. Necesitaba el dinero para entrar en un alquiler. Lo que vivió, fue un martirio: "La exigencia para el crédito a través del banco Columbia era que sea afiliada del gremio. Así lo hice. Pagué todo, pero hasta el día de hoy no me desafiliaron. Cuando te depositaban el sueldo en el Banco Provincia, ellos automáticamente te descontaban la cuota del préstamo pero no le pagaban al banco", relató a este medio. 

Un día, la llamaron del banco avisándole que debía 6 meses de cuota. "Entré en el Veraz y tuve que pagar abogados. Terminé pagando más del doble, casi 25 mil pesos. Sigo en juicio con SOEME. Además quise desafiliarme, pero con (Daniel) Scioli era imposible que te solucionen algo", agregó. Su sueldo, en ese entonces, era de 7500 pesos. ¿Cuánto le quitaba el gremio para obtener un crédito de 10 mil pesos? "Entre los 2 mil del préstamo, que nunca llegaban, más los 500 de asesoramiento sindical más el ítem farmacia de 700 y un seguro médico de 200 pesos, me sacaban 3400 pesos, casi la mitad de mi salario". Al día de hoy, no puede salir del gremio. 

Elsa Susana Rasgido es enfermera en el hospital de General Rodríguez, que reporta al ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Ella pidió un préstamo en 2009 en una financiera del partido de Luján. Su esposo, Fernando, relató la estafa que aún hoy continúa: "Sacó el crédito y le dijeron que se pagaba al banco Columbia. Ahí nomás la afiliaron al sindicato sin decirle. Mandamos todo tipo de carta documento cuando terminamos de pagar el préstamo pero nunca la desafiliaron". ¿Cuánto le sacan de su sueldo? "Le descuentan 973 pesos por mes. Ella estaba afiliada a ATE, quedó enganchada a este gremio que nada tiene que ver con su rubro". 

Noelia Fraguela ingresó en 2008 al diario Hoy, propiedad de Balcedo. Cuando comenzó a trabajar tenía 24 años. Solo duró 3 meses. "Debo ser uno de los pocos casos que renunció antes de que la echaran", recordó a este medio. "La señora Myriam "Nené" Balcedo (madre del sindicalista preso) era un patrón de estancia y así manejaba el diario. Echaba y contrataba a piacere, bajaba sueldos, obligaba a los que estaban en blanco a volverse monotributistas, el diario no calificaba ni de pasquín. Yo cobraba como monotributista. Entraba a las 8 a la revista Desafío Económico, y de ahí me iba al diario y me quedaba hasta las 11 de la noche. Creo que adelgacé 6 kilos", finalizó.

Un extrabajador del medio que estuvo en el diario entre 2003 y 2009 y prefirió mantener el anonimato relató su paso por allí: "Nené, la madre, se hizo cargo del diario con mano de hierro. En un momento de descalabro había 10 periodistas que se estaban por iban a ir y alguien se lo filtra. Los echó a todos bajo amenazas. Las reuniones en la edición eran insólitas. Bajaban y decían 'digan que (Felipe) Solá se robó todo y tiene una amante' y había que hacerlo porque con eso extorsionaba. Todo salía sin firma digitadas por ella". 

En otro momento, graficó: "En 2008 era pegarle todos los días a Scioli. Luego bajaron la pauta y se acabaron las críticas". La última anécdota es descomunal: "Un día la empresa cambió de nombre y le pusieron la dirección legal San Martín 126, en la provincia de Salta. De vacaciones pasé para ver que había...era una plaza"