En una entrevista exclusiva con el director del Diario Perfil, Jorge Fontevecchia, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, defendió al presidente Néstor Kirchner, aunque admitió que no lo imagina “durmiendo en Olivos esperando que vuelva la Presidenta”, en obvia alusión a Cristina Fernández.
Su apoyo al Jefe de Estado no le impide analizar sus defectos. “El presidente – señaló – probó con dureza, anduvo con dureza y así, sucesivamente, fue acentuando la dureza”.
Solá es el mayor testigo de la política de los últimos seis años y opina sobre todos: estuvo junto a Eduardo Duhalde en la crisis de 2002, compartió la recompra del patacón con Roberto Lavagna y acompañó al presidente Kirchner en la recuperación económica.
“Menem no era autoritario en el modo, pero sí en el fondo. Esta Corte es más independiente”, “Duhalde es buen tipo, con espaldas para gobernar y prudente con la palabra. Pero la falta audacia” y “Lavagna fue uno de los mejores negociadores políticos de los últimos tiempos, pero es un pecho frío”, fueron algunas de sus definiciones.
También reconoció que los secuestros extorsivos fueron su mayor preocupación y reveló que “con Gerez pensamos en una escalada que nos llevaba al ´74: un gobierno democrático y una Triple A”.
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