El papa Francisco no descarta visitar la Argentina durante el próximo año para concretar finalmente lo que sería su primera visita oficial al país desde que fue elegido jefe universal de la Iglesia Católica, pero, para que esto suceda, deberá lograrse un clima de pacificación política y social en el país.
La llegada del Sumo Pontífice, confirmada por fuentes eclesiásticas argentinas y por funcionarios vaticanos según afirma el diario La Nación, estará condicionada por el clima que se genera constantemente por la profunda fractura que existe entre kirchneristas y antikirchneristas, o entre macristas y antimacristas. Es que esta tensión permanente crea una situación que contradice los postulados de acuerdos y acercamientos que pregona el Papa con su postura de la "cultura del encuentro".
Si bien todo el tiempo hay rumores y rispideces entre el Papa y diferentes sectores políticos, tres hechos concretos confirman aquella información sobre el eventual viaje papal.
Una de ellas es que dejó fuera de su agenda de su próxima gira latinoamericana a Uruguay. Sólo visitará, hasta el momento Chile y Perú, a fines de enero.
El segundo hecho es que, según funcionarios vaticanos, el Papa dio instrucciones para que en su viaje de enero a Chile y Perú no haya sobrevuelo de su avión sobre el espacio aéreo argentino. En caso de ser imprescindible, Francisco ordenó que se previera un descenso del avión en una provincia argentina, donde estaba dispuesto a oficiar una misa y prometer para más adelante una visita más extensa.
Si esto ocurre hay dos posibilidades, una es la provincia de Salta donde la fiesta de la Virgen y el Señor del Milagro es una de las más populares de la Argentina. Además el Aeropuerto Martín Miguel de Güemes podría ser la escala técnica que necesitaría el avión del Papa Francisco antes de llegar a Lima, Perú. Otra posibilidad que se maneja es la de Jujuy, aunque muchos piensan que al estar presa Milagro Sala, el Papa evitaría tocar ese Aeropueto Internacional.