El represor Jorge Luis Magnacco fue obstetra de la ESMA durante la dictadura e intervino en decenas de casos de niños nacidos en el cautiverio de sus madres. Por eso lo sentenciaron en el proceso sobre el plan sistemático. También fue condenado a diez años de prisión por la sustracción, retención y ocultación de Evelyn Karina Bauer Pegoraro, a cuya madre atendió en un parto que tuvo lugar en el centro clandestino.
Ahora, tras el fallo de la Corte Suprema, sus abogados pidieron que se le aplique el 2x1 ante el Tribunal Oral Federal 5 (TOF5) y lo deje en libertad condicional. La solicitud fue hecha por el defensor oficial Matías De La Fuente en el marco del juicio oral y público denominado "ESMA III", que empezó en 2012 con 68 acusados y tiene a Magnacco en el banquillo.
En 2013 Magnacco gozaba de la detención domiciliaria pero la Cámara Federal revocó ese beneficio y lo envió a una cárcel común, tras haber sido observado cuando paseaba por un centro de compras. Los marinos de la ESMA llamaban "La Sardá" al sitio que funcionó en el centro de reclusión y torturas bajo la dirección de Magnacco y en el que varias prisioneras embarazadas dieron a luz, en referencia a la Maternidad Sardá, dependiente del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
El juicio "ESMA III" es encabezado por los jueces por los jueces Daniel Obligado, Adriana Paliotti y Leopoldo Bruglia, que actualmente escuchan los alegatos del abogado defensor de varios marinos, Guillermo Fanego, tras haber oído a casi 900 testigos desde noviembre de 2012.
Además de Magnacco en el banquillo se sientan, entre otros, varios presuntos pilotos de "vuelos de la muerte" que arrojaban a las víctimas vivas al mar, Enrique José De Saint y Georges Mario Daniel Arru, Alejandro Domingo D'Agostino, Julio César Poch y hasta el secretario de Hacienda de la dictadura Juan Alemann. Por el centro clandestino de detención de la ESMA -ubicada en Avenida del Libertador al 8100 de esta capital- se calcula que pasaron alrededor de 5.000 prisioneros de la dictadura, que fueron sometidos a tormentos y asesinados.
En 2004 el edificio de la ESMA fue transformado en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, que funciona como museo y lugar de reflexión y de múltiples actividades en defensa de los derechos humanos y de repudio y condena del terrorismo de Estado.