En Tucumán, un funcionario del gobernador Jorge Alperovich en la última dictadura fue interventor militar del temible centro clandestino de detención que funcionaba en la jefatura de Policía renunció por "agobio moral", luego de que organismos de derechos humanos de la provincia denunciaron el hecho .
Se trata del militar retirado Luis Ocaranza, quien hasta ayer se desempeñaba como asesor de gabinete del ministerio de Economía provincial que preside Jorge Jiménez. La polémica comenzó ni bien fue divulgada a través del medio local Contrapunto .
"Entre Mayo y Diciembre de 1977 1977, el Teniente Luis Edgardo Ocaranza, del Regimiento 19 de Infantería, se desempeñó como supervisor militar al mando del Servicio de Información Clandestina (SIC). Fue interventor militar del Departamento de Inteligencia (D-2) de la Policía Provincial de Tucumán, cumpliendo funciones en el centro clandestino de detención llamado "La Jefatura", un verdadero campo de concentración", señaló a Perfil.com Emilio Guagnini, de la agrupación Hijos por la Identidad, Contra el Olvido y el Silencio (HIJOS).
Para los organismos de derechos humanos, en vez de ser funcionario, Ocaranza debería "ser investigado por su responsabilidad en el período en el que cumplió funciones ya que figura en los legajos de la Conadep y de la Comisión Bicameral de Tucumán".
Estas denuncias, provocaron que el funcionario diera un paso al costado. “Le acepté la renuncia que presentó. Me dijo que sentía agobio moral y que no quería perjudicar al Gobierno”, dijo el ministro de Economía a La Gaceta de Tucumán . “Venía de la gestión anterior”, se excusó.
Ocaranza no fue juzgado por su actuación dentro de la última dictadura militar, ya que se amparó en actualmente derogada ley de Punto Final, en 1986. En 2004 fue nombrado como asesor y fue ratificado tres años después, cuando Alperovich fue reelegido.
En el marco de las movilizaciones del 24 en repudio del golpe de Estado de 1976, el domicilio particular del actual funcionario fue "escrachado" por organismos de derechos humanos.
Hace semanas, se generó una polémica en Tucumán cuando Alperovich designó como vocal de la Corte Suprema a Francisco Sassi Colombres, un ex secretario de Gobierno de la provincia en la época de la dictadura. El gobernador dio marcha atrás cuando el tema tuvo repercusión nacional.