Las escuelas santacruceñas son custodiadas desde hoy por efectivos de la policía provincial y de Gendarmería Nacional por pedido del gobierno local, con el objetivo de evitar el ingreso de maestros en los días en los que no haya clases.
Las órdenes de impedir el acceso a las escuelas partieron desde la administración que encabeza Carlos Sancho, a través del Consejo de Complementación de Seguridad.
Las instrucciones dadas por el gobierno provincial apuntan a que "se preserven los establecimientos educativos", fueron extendidas a todas las localidades y serían hasta el próximo martes.
Los docentes denunciaron que "las llaves de los establecimientos les fueron sacadas a los directivos y sólo podrá ingresar el directivo con el acompañamiento de un policía".
Este fin de semana, los docentes que mantienen las medidas de fuerza tenían previsto realizar distintas actividades para "organizar el fondo de huelga".
En declaraciones radiales, el ministro de Gobierno, Daniel Varizat sostuvo que "en las escuelas no se pueden hacer otros actos que no sea dar clases".
En tanto, mientras se decide en un Congreso de la Asociación de Docentes de Santa Cruz (ADOSAC) cómo continuarán las medidas de fuerza, en Río Gallegos y Caleta Olivia se instalaron carpas para dar a conocer el reclamo salarial.
La carpa docente en las avenidas Roca y San Martín, pleno centro de Río Gallegos, estuvo acompañada por 300 docentes. Los docentes de Santa Cruz se encuentran de paro desde hace varias semanas y, en las últimas dos, protagonizaron marchas multitudinarias en contra de la política salarial del gobierno provincial y en contra de la inacción del presidente Néstor Kirchner.
En tanto, la administración kichnerista criticó a los organizadores de las marchas, al considerar que la protesta tiene "contenido político".
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que el reclamo de los educadores es excesivo, al sostener que, "mientras todos los docentes ganan como sueldo mínimo 1040 (pesos), ellos, como sueldo mínimo, ganan 1.800". Sin embargo, los docentes sostienen que el salario básico que cobran es el más bajo del país, 161 pesos, y que el resto lo componen sumas extra.
