POLITICA
Se encuentra en el programa de proteccin de testigos

Gerez: "Hay una voz en particular que podría reconocer"

“Ojalá supiera quien fue”, indicó el albañil que permaneció 48 horas en cautiverio. Dijo que lo secuestraron tres personas y que luego aparecieron por lo menos dos hombres más. Admitió que siente "miedo".

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Gerez revel que puede reconocer la voz de uno de sus secuestradores. | Tlam

Luis Gerez, el testigo del caso Patti que fue secuestrado durante 48 horas, en diálogo con la prensa brindó detalles sobre cautiverio, aunque se mantuvo en silencio sobre algunos puntos del hecho que tuvo en vilo a todo el país.

“Podría reconocer la voz de uno de los secuestradores, ojalá supiera quién fue”, afirmó en sendos reportajes que concedió a los matutinos Clarín y Página 12.

El albañil y militante kirchnerista, que con su testimonio impidió que Luis Abelardo Patti asuma su banca de diputado, se encuentra en el Programa de Protección de Testigos, por lo que su paradero se mantiene bajo reserva. Desde una quinta fuertemente custodiada, relató cómo se produjeron los hechos.

“No hubo diálogo” con los captores, explicó. “Pero hay una voz en particular, que si la escuchara aún detrás de una pared y sin ver a la persona la podría reconocer”, aclaró.

”Los que me capturan eran tres”, contó. “Se encargaron de atarme en un lugar con unos hierros y unos candaditos”, indicó.
Sobre el hombre cuya vos podría reconocer- que “no habló mucho”.

El momento del secuestro. “Una persona me toma de los pelos, por la parte de atrás, y otra es la que me sube al auto y viaja junto a mí. Cada tanto me hace bajar la cabeza. Y cuando me tiro al piso del auto, me dice ´dormite`.”, prosiguió.

Gerez continuó con relato: “Luego de empezar a andar el auto, no sé cuánto pero no mucho, tal vez cuadras, otra persona dice “limpialo”. Entonces se me cayó el alma. Se me paralizó el cuerpo. “Sacale el teléfono, tiralo”, decía uno. “No, no tiene”, contestaba el otro. Lo buscaban en el piso del auto.”

“Me inmovilizaron en un banco sobre un colchón viejo y roto. Me ataron de manos y de pies y me dejaron solo, encapuchado. Después tuve una visita donde surgió un hecho que por suerte fue breve, aunque tampoco puedo precisar los tiempos, de violencia. Hubo una situación de maltrato, pero no es que me agarró un león salvaje y me destrozó. Para mí, estar privado de la libertad fue el peor castigo", relató.

El albañil afirmó que más tarde arribaron por lo menos dos personas. “Tal vez había una tercera persona en otro lugar, pero no lo puedo saber porque no estaba bien, no me estaban tratando bien”, se excusó. “Hablaban distinto”, mencionó cuando fue consultado si estos hombres tenían otra extracción social.

Gerez dijo que sus captores los amedrentaron con “simulacros de fusilamiento".

Y continuó: “No sé en qué lugar aparezco. Yo ya venía con más de dos días sin comer y sin tomar nada. Sólo me dieron una botella de agua y dos aspirinas. La primera la tomé con agua, pero después tuve miedo de que el agua tuviera algo. Me enjuagaba la boca y escupía el agua. Cuando me soltaron, la mente me estaba fallando".

Una demolición. Gerez confesó con que dudó continuar con su testimonio ante la Justicia sobre cómo se dieron los hecho. “Hubiera preferido no tener que declarar y evitar esta situación”, admitió.

“Pero acá hubo una lucha del pueblo. No podía defraudar al Presidente, a los medios, a la policía, a Gendarmería, a las Madres. Me cuesta, me duele, pero tengo que estar”, declaró.

“Yo dije todo lo que sabía”, indicó, al tiempo que admitió que siente miedo.

“Hubiese preferido tener que enfrentar la demolición de un edificio de once pisos que vivir esto”, gráfico.

Sobre los posibles móviles del secuestro, Gerez descartó que se lo pueda atribuir a la interna justicialista. “Tanto los dirigentes como los de base vivimos en el mismo barrio”, dijo, para luego aclarar que “ tengo contacto fluido con todos los compañeros”.