Siempre y cuando los últimos exabruptos de Carrió sobre Santiago Maldonado no alteren el clima triunfal previsto, el oficialismo porteño podría llegar a las 34 bancas sobre 60. Con la oposición astillada, frente a un Martín Lousteau disminuido respecto de 2015, tras un reparto de poder interno que no le generará grandes dependencias ni amenazas, el alcalde podría salir muy fortalecido de sus primeras elecciones de medio término.
Ante la inminente unificación del bloque oficialista (macristas, lilitos y el partido de Graciela Ocaña), Rodríguez Larreta está a un paso de alcanzar un nivel de mayoría automática que nunca tuvo Macri en su gestión. Con 33 o 34 votos propios (si repite o mejora levemente el resultado de las PASO), podría aprobar fácilmente leyes que requieren mayoría simple (30) o absoluta (31) sin necesidad de negociar con la oposición.La insistencia del alcalde para que Carrió encabezara la boleta de diputados parece haberle rendido frutos. Incluso más que a la propia Lilita, quien monopolizó la campaña porteña y hasta viajó al interior para reforzar el marketing de Cambiemos. Después del 10 de diciembre, la Coalición Cívica pasará de dos a cuatro representantes en el bloque oficialista. Y tendrá más espacio en la toma de decisiones: un delegado de la CC, seguramente Maximiliano Ferraro, participará de las reuniones en las que se define la agenda legislativa, junto a Rodríguez Larreta, su jefe de Gabinete Felipe Miguel, y el legislador peñista Francisco Quintana, entre otros.
Ese avance del lilismo, sin embargo, no encierra un gran desafío para el alcalde. El grueso de la estructura y el poder del gobierno seguirá en manos de Rodríguez Larreta, quien a su vez tiene una perspectiva muy definida a futuro: ir por la reelección en 2019. “A diferencia de Horacio, no está muy claro en qué lugar capitaliza Carrió”, analiza un funcionario macrista.
Respecto de los equilibrios internos, Larreta consiguió un reparto que tampoco le implicaría una amenaza. Su histórica rival, Gabriela Michetti, se quedará con una sola banca. El presidente de Boca, Daniel “el Tano” Angelici, colará un legislador. Se trata del radical-PRO Ariel Alvarez Palma, quien era asesor del ministro de Seguridad Martín Ocampo, otro íntimo de Angelici.
El vicealcalde Diego Santilli y el ministro bonaerense Cristian Ritondo también ganarán un delegado legislativo. El omnipresente Marcos Peña ubicará a Fran Quintana como vice de la Legislatura. Casi todo (las declaraciones brutales de Carrió le empañaron el final de la campaña) podría salir a pedido de Larreta.
