Guadalupe Noble espera sentada en un gran sillón floreado. Sus asistentes controlan los detalles: la cortina cerrada para lograr la luz perfecta, la camisa de raso para que no se arrugue, el micrófono para que no se vea. “ Estoy trabajando mucho para esta candidatura, le dedico todo mi tiempo”. La hija del fundador de Clarín está lista para pelear por un lugar en el Congreso. Es primera candidata a diputada nacional en la lista del partido Demócrata Cristiano de la Capital Federal.
-¿Por qué quiere ser diputada?
Es un desafío. A mí me gustan los desafíos, siempre me gustaron. Creo que la política es la mejor herramienta que tiene una sociedad para poder cambiarse a sí misma. Ese es el motivo que me lleva a aceptar la candidatura que me ofrece la Democracia Cristiana.
-¿Qué la identifica al partido Demócrata Cristiano?
Fundamentalmente los valores y la honestidad. Es un partido que tiene una trayectoria a nivel nacional e internacional y eso me da mucha contención. En síntesis, lo que más me identifica es su cosa bien sesgada por el bien común. Es un partido político orgánico, que está en funcionamiento, no es una cáscara ni un rejunte de personas, ni es un partido intervenido como es el Justicialismo. Además, es un partido ecuménico; se presentan candidatos como el señor Adalberto Asad, que es un empresario y una persona muy querida en la comunidad islámica. También hay gente de la comunidad judía. Realmente hay de todo un poco: hay amas de casa, gremialistas y un cineasta también. Es una lista bastante completa.
-¿Cómo se define usted dentro de esa pluralidad?
Yo me defino como alguien de la sociedad civil, como una extrapartidaria, como alguien que trabajó mucho en el tercer sector, en el campo de la cultura. Ahora hago un escalón más e ingreso a la política. Creo que tenemos que re dignificar la política, que está muy bastardeada.
Trayectoria. Lupe, como le dicen todos, es la única hija de Roberto Noble, producto de su primer matrimonio. Fue actriz; fundó el Teatro del Picadero, sede del primer ciclo de “Teatro Abierto” contra la última dictadura militar -“a los dos días le pusieron una bomba”-; escribió dos libros de poemas; y se dedicó a fomentar la cultura en su rol de empresaria. Hoy, deja todo para dedicarse a la política: “Debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo”, dice.
-No tiene antecedentes en la política, ¿Cree que la pueden juzgar?
No, yo creo que eso me puede favorecer. Creo que uno viene con ideas nuevas, con sangre nueva, con prácticas diferentes. Pretendo llevar las prácticas que tuve en el tercer sector y que son el testimonio de mi vida también.
-¿Cuáles son sus propuestas?
Por ejemplo, promover la participación de los jóvenes, que haya escuelas de formación política para ellos. Ese es un proyecto que me interesa muchísimo.
-¿Le juega en contra ser la hija de alguien con tanto peso en la historia del país como Roberto Noble, fundador de Clarín?
No, al revés, es un orgullo. Espero que Noble hable por mí, espero poder llevar también su voz. Ha sido muy inspirador en mi vida. Para entrar a la política también, porque él se involucró siempre y se metió en la arena. Fue diputado e impulsó leyes que todavía hoy gozamos, como la ley de propiedad intelectual.
-¿Cómo era su padre en el rol de político?
Fue un hombre sumamente político, fue un estadista además. Ingresó a la política siendo muy joven y además de diputado fue ministro de Gobierno. Él después se fue defraudado de la política y volvió desde el diario, desde el periodismo. Creo que era un hombre presidenciable, pero falleció muy joven, tenía 67 años. Siempre pienso qué hubiera pasado en la historia argentina si él no se hubiera muerto.
-¿Qué relación la une hoy con Ernestina Herrera de Noble, la segunda mujer de su padre?
Tengo un buen vínculo con ella, hemos podido superar las negatividades que la vida nos puso en el camino.
-Usted declaró en la Justicia no tener datos concretos sobre el origen de los dos jóvenes adoptados por Ernestina Herrera en 1976...
No voy a hablar del tema. Creo que es la Justicia la que tendrá que determinar todo eso. Son cosas muy complejas para opinar así en los medios.
¿Qué opina de la pelea Kirchner-Clarín?
Creo que es una chicana del momento, una chicana electoral. Considero que es una pelea de poder y que la ciudadanía no tiene ganas de asistir a este circo que se monta. Realmente creo que las cosas hay que discutirlas en otro ámbito.
¿Cuál es su postura respecto de la Ley de Radiodifusión?
Yo siempre pensé que hay que modificar la ley de radiodifusión. Pero es el Congreso el lugar para discutirla y no la calle, los afiches y las chicanas políticas. Es una ley de la dictadura, cuando yo trabajé en Ideas para la Argentina, nosotros hicimos la propuesta de modificar la ley, así que no hago otra cosa que seguir pensando como pensaba.
(*) Redactora de Perfil.com