POLITICA

Guerra informática por los gastos públicos de Bahía Blanca

Un programador y el municipio se disputan el acceso a datos clave. Video. Fotos.

1116gastopublicobahienseg
| Perfil.com

Bahía Blanca es uno de los pocos municipios de todo el país que publican sus gastos en su web. Eso sí: en miles de facturas inconexas. Por eso, al programador Manuel Aristarán (31 años) se le ocurrió crear una web, Gasto Público Bahiense (GPB), para procesar ese cúmulo de datos públicos y poder saber cualés son los proveedores favoritos o cuánto aumentó la pauta oficial.

La web dejó en evidencia que una empresa de publicidad, REX S.R.L. concentraba los gastos del municipio -en aumento en 2010 y 2011, según el portal sololocal.info- y puso luz en esa agencia, la encargada de distribuir la publicidad oficial entre los medios que apoyan al intendente K Cristian Breitenstein. Por eso el sitio GPB se declaró de "Interés Municipal" por el Consejo Deliberante.

"La web es una herramienta para navegar en esa información. Yo quería que periodistas, consultores y concejales pudieran interpretarla", contó a Perfil.com desde Bahía Blanca. Así fue: los concejales de la oposicion usan hoy el sitio para auditar las gastos municipales.

"La única inversión para construir GPB fue una semana de mi tiempo. Todo el software que uso es libre, gratuito, cualquiera lo puede usar". ¿Cómo funciona? Sus robots ingresan a las bases de datos web del municipio, extraen los datos y los clasifican para ser publicados en su web. "No esperaba que me entrevistaran diarios, radios y TV cuando lo lancé a principios en julio de 2010", recordó.

Sin embargo, a la municipalidad no pareció agradarle la nueva web. Un día, la Comuna dejó de publicar datos, quitó los gastos de los últimos dos años -luego los repuso- y rediseñó su web. El acceso a los gastos cambió. Se agregaron más datos y categorías pero añadieron el mecanismo Captcha, "para evitar el acceso masivo y automático de robots", según el informático.

El sistema Captcha -explicó Aristarán- garantiza que solo un ser humano pueda entrar y no un robot, que no tiene ojos para leer las letras y los números. El programador denunció esos cambios en Twitter y tuvo fuerte repercusión mediática. El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) se involucró y la municipalidad tuvo que salir a dar explicaciones.

El Captcha no fue el único problema: el portal crítico Solo Local denunció que no se asignaron links permanentes, se cambiaron las URL de los gastos y el Presupuesto se subió en formato PDF para que no pueda ser procesado. Aristarán tenía bajo la manga software apto para eludir el Captcha, pero desistió para evitar un conflicto legal.

"No sé si fue con una intencionalidad política. Ellos decían que así iba a funcionar más rápido, pero es falso", aseguró. Cuenta también que no hubo represalias, como ataques a su web, y que solo tuvo un contacto con un técnico del municipio. Los vecinos, en cambio, lo respaldaron.

Con su grupo GarageLAB, el programador trascendió de Bahía Blanca en 2011: difundió los gastos de campaña de los partidos a nivel nacional y ahora va por los fondos del Congreso Nacional.

El contraataque oficial. El secretario de Hacienda de Bahía Blanca, Ramiro Villalba, aseguró a Perfil.com que "en el rediseño se decidió poner el Captcha en la búsqueda de proveedores. El planteo fue que él sintió un obstáculo para su trabajo y su web. ¡Cero, al contrario, no quisimos obstaculizar!", aseveró.

"Se prendieron los que quisieron sacar tajada políticamente de esto", retrucó Villalba. Incluso dijo que "los números de REX estaban antes y se siguen viendo hoy". 

A todo esto, la Universidad de San Andrés y el Centro de Implementación de Politicas Públicas (CIPPEC) reconocieron a la pagina web municipal de Bahía Blanca por su transparencia. De hecho, el intendente publica su recibo de sueldo en la web municipal.

La periodista bahiense y miembra de FOPEA, Sandra Crucianelli, disiente con esa distinción. "El rediseño evidenció que nos quieren joder a los periodistas críticos, tal como nos persiguen. El Grupo Massot, oficialista, concentra el grueso de la publicidad oficial, que superó los $3 millones en 2010. Para una ciudad de 300.000 habitantes es excesivo".

(*) de la redacción de Perfil.com.