Se podría hablar de un plan “Custodios para todos y todas”. Sin embargo, el caso Nisman y la causa AMIA sumaron una gran cantidad de testigos, imputados, fiscales y jueces que hoy son custodiados por más de cien efectivos de distintas fuerzas de seguridad.
El salario promedio de un custodio supera los $ 20 mil, con lo cual este año (a partir de febrero) se deberán desembolsar más de $ 23 millones para sostener las 105 agentes que trabajan como custodia de todos los personajes involucrados en la causa del fiscal. Si a esta cifra se le suman los nuevos fiscales de la Unidad AMIA y los magistrados de la causa de encubrimiento y la del atentado, los efectivos llegan a 141, con un presupuesto superior a los $ 30 millones.
Sólo la Policía Metropolitana asignó 24 agentes a la causa Nisman. La madre de Nisman, Sara Garfunkel, y la tía del fiscal, la psicóloga Lidia Garfunkel, tienen asignados seis agentes de la fuerza porteña, repartidos en tres turnos de ocho horas. También dos de los tres hijos del espía Antonio Stiuso son cuidados por la Metropolitana. Según explican en el PRO, ya le pidieron a los jueces que no soliciten más custodias de la fuerza porteña porque tendrían que utilizar agentes que hoy están afectados a los barrios.
En cuanto a las fuerzas de seguridad que dependen del gobierno nacional, Diego Lagomarsino, el analista informático que le prestó el arma a Nisman, tiene tres gendarmes de un cuerpo especializado para este tipo de protección con salarios que llegan a los $ 25 mil.
La testigo Natalia Fernández (ver recuadro abajo) tiene tres policías de la Federal que la seguirán a un country de una amiga en la zona Oeste, donde se refugió tras declarar en la fiscalía.
El abogado, y ex fiscal, Héctor Yrimia, así como Allan Bogado, ambos denunciados por Nisman como parte sustancial de la maniobra de encubrimiento del atentado terrorista para exculpar a los iraníes, poseen tres custodios de la Federal en sus domicilios.
También, Carlos Telleldín, procesado por “homicidio agravado” al entregar la camioneta que luego fue utilizada como cochebomba en el atentado, está en la mira de tres hombres de Prefectura.
En lo que refiere a los magistrados de las causas, todos tienen, al menos, un custodio en sus oficinas en Tribunales y una guardia en sus domicilios particulares. Además, en su mayoría, tienen un chofer y un custodio a su disposición las 24 horas del día. En el caso de la ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, es seguida por tres agentes de la Federal y tiene asignado un móvil de Prefectura en su casa de Acassuso. Casos similares se dan con el juez Daniel Rafecas, a quien le tocó investigar la denuncia de Nisman, y Rodolfo Canicoba Corral, quien tiene a su cargo el atentado.
El fiscal que imputó a Cristina Kirchner la semana pasada, Gerardo Pollicita, posee tres efectivos de Prefectura (un chofer y dos hombres más), que se suman a los que tiene en su despacho en Comodoro Py y en su domicilio.
Por su lado, los cuatro nuevos fiscales de la Unidad AMIA, nombrados la semana pasada, tienen asignados dos efectivos de la Federal.
