Los conflictos con empleados municipales no son patrimonio exclusivo de la ciudad de Buenos Aires. Trabajadores contratados por la Municipalidad de La Plata, que fueron recientemente cesanteados por el intendente, Pablo Bruera, protagonizaron hoy serios incidentes en el Palacio Comunal, donde quemaron gomas, rompieron vidrios y pintaron el frente del edificio.
Debido a los serios incidentes, dos ciudadanos que estaban realizando trámites en el edificio comunal resultaron con heridas leves por la rotura de vidrios.
Un grupo de los más de 1.500 cesanteados que recibieron los telegramas de despidos acampó anoche en los jardines que rodean la manzana de la sede municipal, donde se había montado un importante operativo policial.
Pasado el mediodía, ante la falta de respuestas a sus reclamos, la protesta recrudeció y comenzaron a arrojar piedras a las ventanas y a pintar el frente del edificio, en tanto cortaban las calles aledañas quemando cubiertas, para intentar llegar al interior del Palacio buscando dialogar con las autoridades.
El jefe comunal, a través de dos decretos, puso fin a los contratos de 911 y 650 trabajadores temporarios municipales que habían sido designados por la anterior gestión de Julio Alak y que a juicio de las nuevas autoridades es personal que no cumplían tareas específicas.
El secretario general de la comuna, Mario Rodríguez, explicó que "el problema es con gente que cobraba un salario amparada en la anterior gestión, que nosotros estamos saneando", y dijo que el conflicto "nada tiene que ver con la familia municipal, con la que trabajamos muy bien".
Los cesanteados que demandan por su reincorporación son apoyados por ATE, que estaba negociando la revisión de la medida cuando, sorpresivamente, el Ejecutivo municipal dio a conocer el segundo decreto con nuevos despidos.
Fuente: DyN