El 18 de enero marcó un antes y un después en la historia de la Argentina. Por primera vez, un fiscal federal aparecía muerto en su departamento, en Le Parc de Puerto Madero, un día antes de presentar su denuncia contra la presidentaCristina Fernández de Kirchner.
A 123 días, las dudas sobre que fue lo que ocurrió con Alberto Nisman en sus horas previas continúa siendo un misterio. Sólo algunas cuestiones secundarias de la investigación lograron detallarse.
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Por el momento no esta claro si el fiscal, quien se encontraba a cargo de la UFI-AMIA, se suicidó o si se cometió un homicidio. Al día de hoy, ni siquiera los peritos que integraron la junta médica solicitada por la fiscal Viviana Fein lograron ponerse de acuerdo en este punto.
Los peritos oficiales (junto a Mariano Castex, representante de Diego Lagormasino) aseguran que Nisman fue quien apretó el gatillo, estando solo en el baño de su departamento.
En contraposición, la querella, dirigida por la exmujer del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, afirma rotundamente que ocurrió un homicidio, y su exesposo se encontraba arrodillado frente a la bañadera en el momento en que una segunda persona le disparó.
Otro de los interrogantes aún sin respuesta es cuando ocurrió la muerte. Acá, nuevamente la querella y los peritos oficiales presentaron discrepancias. Los especialistas de Arroyo Salgado intentan situar el hecho el sábado 17 de enero entre las 20 y las 24. De ser así, Diego Lagomarsino podría estar presente en la escena. La posición oficial, en cambio, aseguran que ocurrió el domingo 18 entre las 8 y las 10 de la mañana, lo que eximiría al técnico informático.
El rol del secretario de Seguridad, Sergio Berni, también mantiene sus interrogantes. Por un lado, el funcionario ingresó a la escena del hecho más de una hora antes que la fiscal Fein y al menos en los 20 minutos previos a la llegada del Juez. Todavía se desconoce qué hacía Berni allí y bajo la autorización de quién.
El lapso de diez horas, entre que los custodios notaron la falta de respuesta de Nisman y el momento de comunicación con Sara Garfunkel, madre del fiscal, también sigue siendo cuestionado.
En definitiva, las mismas preguntas que la sociedad y los medios se hacían hace 123 días continúan más vigentes que nunca. ¿Habrá respuestas?.
