El avance del narcotráfico y el crimen organizado gestó en los últimos meses una estrategia particular en algunas de las zonas más humildes y calientes de la provincia de Buenos Aires: generar un circuito que permita que las denuncias de los ciudadanos no pasen por las comisarías. Una red integrada por miembros de la Iglesia, la Corte Suprema y el poder político montó en varios municipios buzones amurados en Iglesias, dependencias municipales y clubes para recibir las denuncias anónimas de los vecinos que conviven diariamente con las bandas narco, la trata de personas y otros grupos o delitos mafiosos.
La iniciativa fue fomentada por la ONG La Alameda, que dirige el legislador porteño Gustavo Vera, y tiene el aval del papa Francisco. El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, también jugó un rol central para integrar a jueces federales de la provincia en la red. También participan fiscales federales. Funciona en tres áreas: Merlo y Marcos Paz; Olavarría; y Cañuelas, Esteban Echeverría y Almirante Brown.
La red lleva el nombre “Mesa Interinstitucional contra el Narcotráfico”, y apunta a fomentar el avance coordinado de la Iglesia, los pastores religiosos, la sociedad civil, los ministerios de Justicia y de Seguridad bonaerenses y la Justicia Federal.
¿Cómo funciona? Vera explicó que “la idea es que la gente pueda denunciar tranquila y así poder entrar por todos lados. A partir de lo que la gente deja en los buzones, la red procesa la información sobre dónde y quién estaría cometiendo delitos de crimen organizado y se lo comunica directamente a los jueces y fiscales federales de la provincia”. El análisis de las denuncias estará a cargo de la sociedad civil, que cruzará datos y buscará denuncias previas relacionadas con los hechos o las personas apuntados.
En el caso del narcotráfico, la expectativa no es que los vecinos denuncien a los líderes de las bandas. Los organizadores creen que las denuncias se focalizarán en el narcomenudeo, pero eso ayudará a que la Justicia tenga las pistas para investigar hacia arriba.
Todo apunta a generar un camino alternativo a la vía tradicional, que en muchos casos termina generando más trabas que soluciones, debido a la connivencia de las fuerzas de seguridad con las bandas.
En el Ministerio de Seguridad bonaerense afirmaron que su rol en la red es coordinar con éxito los allanamientos ordenados por la Justicia a partir de las denuncias de los vecinos.
En los municipios, los intendentes, como los peronistas Gustavo Menéndez (Merlo) y Ricardo Curutchet (Marcos Paz) y el macrista Ezequiel Galli (Olavarría), se involucraron en el plan y deben garantizar la colocación de los buzones en iglesias y clubes de barrio y en instalaciones municipales. La mayoría de ellos están ubicados en zonas humildes y de difícil acceso.
Jueces, fiscales, intendentes y funcionarios de la Provincia vienen manteniendo reuniones cada quince días con los obispos de los municipios y con La Alameda desde septiembre. La red apunta a crecer. En Cañuelas, un grupo de sacerdotes mantuvo en los últimos días un encuentro con el obispo de Laferrere para discutir sobre el avance del narcotráfico y la pobreza.