El negocio del juego es uno de los más importantes de la Argentina. Y, sin embargo, el debate por los impuestos que pagan los empresarios al Estado no está casi nunca en discusión: los "dueños" de la ruleta tienen fluidos contactos con el sector político.
En la Ciudad de Buenos Aires, la situación no es ajena al resto del país. Y tras años de llamativo silencio, hace 15 días los bloques de todos los partidos comenzaron a debatir la posibilidad de aumentar los cánones. Son dos las opciones: incrementar tasas a los empresarios o a Lotería Nacional, la gran sospecha de la oposición.
Reuniones. El 1 de septiembre, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, convocó a todos los bloques para tratar el tema. La reunión duró pocos minutos. Se planteó la necesidad de recibir más dinero a cambio del grandioso negocio que representan hoy las máquinas tragamonedas en el Hipódromo de Palermo y los dos barcos casinos.
El miércoles volvieron a reunirse. Y algo quedó claro: nadie sabe cuánto recibe la Ciudad en concepto de impuestos al Juego.
Es que si bien el convenio firmado en 2003 entre la Ciudad y Nación hablaba un 35% para las arcas porteñas, a partir de 2005 debían obtener el 50% (unos 300 millones de pesos). Nadie sabe si ese porcentaje se cumple.
El representante de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, explicó su postura a Perfil.com: "Cristian (Ritondo, vicepresidente de la Legislatura) dijo que hay pocas alternativas, una es modificar el convenio para que sea 50 y 50. Pero el convenio ya dice eso y ahí nos dijo 'creemos que no los pagan'". Por eso, para el legislador, "hay que ir contra el convenio que firmó (el exjefe de Gobierno, Aníbal) Ibarra en 2003. Y una vez que se caiga, hacer la lucha en la Justicia".
El engaño, según planteó el propio Ibarra a este portal, es que "el macrismo habla de que las arcas porteñas reciban ese 50% del convenio y lo plantean como que van contra el Juego. Y no es así. Nosotros decimos que desde 2005 debiera estar cobrando el 50%, con lo cual quedó en claro que la ciudad cobra mucho menos".
Según el exfuncionario -y hoy legislador- si sólo se aborda la cuestión del convenio "no se toca la ganancia empresaria, sino que se discute con Lotería Nacional que tenemos que recibir más". "Pero los empresarios pagarían lo mismo", consideró.
Desde otra perspectiva, Ritondo especificó que antes de imponer un nuevo impuesto "hay que revisar el convenio anterior". "Por parte de la Legislatura hay un avance concreto, después hay que ver qué pasa en Lotería y si las empresas negocian", se sinceró.
Máquina propia. En Buenos Aires hay una dupla que tiene todas las de ganar: la alianza Cristóbal López - Federico De Achával, que maneja el Hipódromo de Palermo y sus máquinas tragamonedas, que dejan más de un millón de dólares por día.
Hay dos secretos a voces. Cristóbal es el mejor aliado del kirchnerismo. Y Achával es íntimo amigo de José Torello y Nicolás Caputo, cercanos a Macri. A nadie sorprende que el kirchnerismo y el macrismo no avancen de manera concreta para obtener más regalías del sector.
La legisladora Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro) consideró que "hay que cobrar un nuevo impuesto al Juego". "Se está evaluando una nueva contribución y queremos que no tengan posibilidad de escapar de esa manera (con medida cautelar por doble imposición)", indicó. Sobre los empresarios del rubro, no dio vueltas al afirmar que "tienen relación con todos los sectores políticos". "Achával es Macri, y tambien está Cristobal López", remarcó.
Cuánto mueve. A nivel nacional no hay información oficial de cuánto dinero ronda el circuito del juego, aunque fuentes del mercado estiman en 50 mil millones de pesos. Negocio redondo.
(*) De la redacción de Perfil.com.