No debe ser fácil ser la novia del vicepresidente de la Nación. Más, si se trata de Amado Boudou y, -peor aún- si el mandatario en cuestión se encuentra involucrado en un escándalo como el de la ex empresa Ciccone Calcográfica, donde se lo señala en un entorno de tráfico de influencias y lavado de dinero. Pero Agustina Kämpfer tiene cierta aura de paz en su andar. Por lo menos eso parece cuando camina hacia la entrada de la radio donde trabaja.
Es viernes y faltan diez minutos para las seis de la tarde. Agustina cruza la intersección de la calles Uriarte y Nicaragua. Acaba de terminar la reunión de producción de Días distintos, el programa que conduce Kämpfer por Mega 98.3 y que ya está por empezar en unos instantes.
Consultada por PERFIL acerca del complejo momento que vive su pareja, la periodista asegura estar bien: “No es nada a lo que no estemos acostumbrados, son cosas que pasan y juntos estamos muy bien”, explica. La única preocupación que la desvela, según comenta, tiene que ver con ir a ver a Roger Waters. “Espero conseguir dos entradas para Waters, nos encantaría ir a verlo”, dice entusiasmada.
La pelirroja sigue su rumbo hacia la radio, cargando un libro de autoayuda (ver recuadro) y el recién salido número dos de Minga!, la revista de rock y política oficialista, que dirige desde hace unos meses. Su revista y la espiritualidad parecen ser los lugares donde esta periodista de 30 años parece refugiarse en los tiempos de tormenta que sufre su pareja.
En el último tiempo, hubo una consigna que Kampfer tuvo que acatar de parte de su novio: no hablar de más. Desde que Amado asumió la vicepresidencia, las cosas han cambiado, aunque ella se mantenga en esa atmósfera zen y diga que “está todo bien”. Sobre todo teniendo en cuenta que su profesión de periodista la obliga a tocar temas de coyuntura.
Lea la nota completa en la edición impresa del diario PERFIL.
