Cada vez más duro, el presidente del PJ, Néstor Kirchner, presionó ayer públicamente a los diputados peronistas y sus aliados reclamándoles que "tengan coraje, ponganla, jueguen con fuerza y piensen en el pueblo", para que apoyen sin cambios el proyecto del gobierno de retenciones móviles. Kirchner pidió "a los compañeros, y a los que no son compañeros, que tienen hoy la oportunidad de legislar en el Congreso, que nunca más tengamos que sentir la verguenza de algunas leyes que se sancionaron entre galos y media noche en la Argentina", entre las que recordó "l a flexibilización laboral".
El ex presidente retomó esta tarde las críticas contra los ruralistas a los que vinculó con "la oligarquía y los cortes de rutas y quemas de campos" que amenazaron con desabastecer el país, y también apuntó contra "la clase política" para referirse a la oposición en su conjunto, a la que reclamó "dejar de lado la hipocresía y apoyar las retenciones".
Kirchner pronunció un duro discurso pidiendo el apoyo al proyecto del gobierno de su esposa, Cristina Fernández, al inaugurar esta tarde el 25º congreso nacional del gremio de la Asociación Bancaria, en esta capital, junto al eterno titular del gremio, Juan José Zanola; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; y los diputados oficialistas Carlos Kunkel y José María Díaz Bancalari.
La presión de Kirchner se produjo un día después de que el ex presidente decidiera suspender una reunión que había convocado a todos los diputados y senadores del PJ y del oficialista Frente para la Victoria, con el objetivo de alinearlos detrás del proyecto del gobierno. Sin embargo, según trascendió desde la bancada oficialista, una treintena de legisladores oficialistas estarían reclamando al gobierno que acepte modificaciones ante las presiones ejercidas por los sectores del campo y la oposición.
A ellos, Kirchner les respondió esta vez con un encuentro que fue directamente televisado, aunque cerrado a la prensa: "Hoy la presidenta les está pidiendo que la apoyen, para ahondar la institucionalización democrática y profundizar la redistribución en Argentina", señaló.
Kirchner también lanzó un fuerte mensaje a la clase media: "A la clase media, le digo que es fundamental que tenga conciencia que su aliado natural es el trabajador, no la oligarquía", arremetió. Luego pidió a "todos los argentinos que nos ayuden" y que "seamos solidarios con nosotros mismos, no tengamos miedo al atropello".
Volvió a defender las retenciones, al afirmar que con ellas "vamos a poder mantener una mesa digna de los argentinos", y en línea con discursos anteriores de la presidenta, Kirchner advirtió que esas medidas las aplicó para evitar que "los precios internacionales de los alimentos vacíen la mesa de los argentinos".
En ese marco, Kirchner se refirió directamente "a los diputados, a alguno que está acá y a todos los que están allá: Tengan coraje, pónganla, jueguen con fuerza, piensen en el pueblo", enfatizó. Durante el acto realizado en la sede de la Asociación Bancaria de la calle Sarmiento al 300, colmada por trabajadores del gremio, Kirchner volvió a culpar al campo porque "mientras nos cortaban las rutas, se quemaron campos, se muró gente en accidentes pero siguieron operando" la comercialización de granos.
"Muchos le decían a Cristina: 'dales todo lo que te piden', pero ella dijo que iba a defender los intereses del pueblo", señaló tras señalar que como prometió en la campaña, la presidenta "mantiene sus convicciones".
Luego, Kirchner aprovechó para despotricar contra "la clase política", sin mencionar directamente a la oposición que busca consensuar un proyecto alternativo de retenciones en el Congreso. "Los desafíos de la clase política argentina, tanto los propios como los extraños, es terminar con la hipocresía. Esto es central", enfatizó Kirchner, que pidió "no retroceder cuando aparecen los grupos económicos de la oligarquía".
Por último, reiteró que "no se puede hacer una redistribución si no aportan los que más tienen" al tiempo que defendió el sistema de retenciones para "que exporten todo lo que puedan exportar" pero "que no nos caigan los precios internacionales sobre la mesa de los argentinos", enfatizó Kirchner.
A última hora se conoció otro dato sobre la jornada de Néstor Kirchner. En una reunión mantenida anoche en Olivos y a la que asistieron la presidenta Cristina Fernández, el jefe de Gabinete Alberto Fernández, el secretario Legal y Técnico Carlos Zanini y los principales legisladores del kirchnerismo, el ex presidente ordenó "no tocar ni una coma" del proyecto sobre retenciones móviles que envió el Gobierno al Congreso días pasados.
El problema ahora es para las principales espadas oficialistas en el Parlamento, que se ven en la encrucijada de tener que "obedecer" a las órdenes del ex Presidente y no pueden asegurar todavía los votos necesarios para la aprobación del proyecto, situación que tendría a Kirchner "caminando por las paredes".