La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recurrió a la Justicia para que se reabra la causa penal por la compra-venta de jugadores de fútbola través de una de las principales financieras del mercado, Alhec Group. La causa fue instruida por el juez federal Norberto Oyarbide y luego anulada por la Sala I de la Cámara Federal.
PERFIL accedió a escuchas que hablan de una supuesta conexión de la financiera con el presidente de la AFA, Julio Grondona, y sobre gestiones para intentar “arreglar” la investigación en la AFIP. Ahora, la Cámara de Casación, máximo tribunal penal, deberá analizar si las escuchas tienen validez.
Sin embargo, la AFIP no está interesada en las conversaciones telefónicas, sino en la pruebas sobre los equipos que utilizaban clubes “fantasma” en el extranjero para comprar y vender jugadores en dólares, cuando en realidad se vendían entre clubes locales. Lograban así permisos para comprar millones de dólares.
Según el escrito que presentó la AFIP, la sentencia de la Cámara Federal es “arbitraria” y “carece de fundamentos que sustenten la decisión” de anular la causa. La denuncia original de la AFIP se investiga en el fuero Penal Tributario.
Por esa causa el jugador Jonathan Botinelli quedó procesado por evasión fiscal en la triangulación de su pase a River. Cuando la noticia se conoció, Oyarbide creó su propia causa para investigar el tema.
En una conversación que el titular de la financiera, Carlos Rivera, mantiene con un colaborador, el financista habla de un supuesto intento de conseguir un acuerdo con el fisco y afirma que, según sus informantes, la “animosidad” de la AFIP contra la empresa se debe a que “están convencidos de que el viejo es el dueño”.
Según fuentes de la causa, “el viejo” es en referencia a Grondona, pero las mismas fuentes dicen que “no hay indicios de que Grondona sea el dueño” de Alhec. Cuando Alhec quedó en la mira, la versión en el mercado financiero y en los tribunales era que el Gobierno había dado la orden de investigar a la empresa para castigar a Grondona luego de que Don Julio supuestamente presionara para que aumente los fondos de Fútbol para Todos.
En las escuchas, el financista Rivera califica como “dos monos con navaja”, al aludir a Ricardo Echegaray y el titular de la Dirección de Investigación Financiera del fisco, Guillermo Michel. “A mí ya me llamaron (contactos de Rivera) por esto y ellos están convencidos de que el viejo es el dueño”, y “encima no se lo quieren sacar de la cabeza”, sostenía el financista al referirse a la AFIP. Rivera no identifica a sus contactos.
Las desgrabaciones en poder de la Justicia muestran que Rivera y su interlocutor buscan motivos para entender por qué se investiga a la financiera. “Entonces la animosidad viene porque le quieren pegar al jovie –interpreta el interlocutor del financista–.”
Y continúa: “Yo cuando se lo llevé a Botinelli y se lo senté ahí, me dijo, bajaron un cambio...”
“Bueno, eh, igual yo creo que en el caso de que sea alguien a la par de él o mayor que él que lo calmen, no sé cuánto.”
“Hoy el pibe (se refiere a un contacto que se presenta como supuesto portador de influencias en la AFIP) me mostró esas cartas de la misma manera que me las mostró Naza ayer (otro supuesto “gestor”).
Me dijo: Grandes Contribuyentes Nacionales, Karina (por la subdirectora general de Sistemas, Karina Venier), Guillermo Michel, ladero del uno (…). Ahí se cocinan las cosas, todos personajes bastante complicados, pero viene por ahí y el estudio que maneja todo es el Estudio Ballota”, continúa Rivera en la charla de la conversación telefónica interceptada por los investigadores judiciales.
El estudio Ballota pertenece a ex directivos de la DGI. Según fuentes fiscales, tiene “alta llegada a la AFIP”.