POLITICA
Seis meses de Gobierno

La agenda doméstica y las primeras medidas de Cristina Kirchner

El Plan Energético, la pelea con los medios, los cuestionados números del INDEC, el tren bala y la renuncia de Lousteau estuvieron en el centro de la escena política local.

Cristina Fernández de Kirchner celebró su asunción junto a su marido e importantes referentes de la cultura.
| Cedoc

Los primeros seis meses de Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estuvieron marcados por el conflicto del campo que comenzó el 11 de marzo con la suba de las retenciones móviles y que todavía continúa. Poco quedaba para el resto de los asuntos domésticos que se vieron repentinamente atravesados por el paro agropecuario.

Sin embargo, en estos 180 días, aunque eclipsados por la crisis agropecuaria, hubo anuncios, proyectos, renuncias y nuevos frentes de batalla.

El problema energético fue una de las primeras cuestiones que la Presidenta quiso combatir. Apenas 12 días después de haber asumido, lanzó el Plan de Ahorro energético que incluía retrasar una hora los relojes a partir del 30 de diciembre. El verano argentino tuvo este año tardes más largas, por lo que muchos dejaron de hablar de las “10 de la noche” y pasaron a decirle “las 10 de la tarde”.

El Plan de ahorro energético también incluyó el reparto de lámparas de bajo consumo, y la reducción de la electricidad en dependencias públicas y municipios.

La cuestión económica le dio desde el principio de su gobierno la tranquilidad de haber heredado un crecimiento anual cercano al 8% y reservas que llegaron a los 50 mil millones de dólares. Sin embargo, el descontento social por la inequidad, los bajos salarios y la inflación en constante aumento se volvió uno de los puntos más débiles.

Los bajos salarios todavía no fueron una problemática capaz de hacer tambalear su Gobierno, gracias a su buena relación con el titular de la CGT, Hugo Moyano. La central obrera pactó con la Presidenta un techo del 20% para la negociación salarial, sin embargo muchos gremios no estuvieron de acuerdo y protestaron con cortes y piquetes, como los municipales, el gremio educativo, de la salud, y los petroleros del sur.

Las cuestionadas cifras del INDEC siguen estando en el centro de la polémica. La inflación oficial está por debajo del 1%, cuando las consultoras privadas afirman que el costo de vida llega al 3 o 4% por mes. La inflación no es el único ítem polémico del organismo estatal, también se descree de los números de la pobreza y la indigencia.

Según el Indec, los índices de pobreza bajaron del 23,4 al 20,7% y de la indigencia al 4,4%. La Iglesia salió a cuestionar estas cifras, lo que hizo aumentar más la tensión entre el Episcopado y el Gobierno. E titular de la Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, en base a un estudio de la Universidad Católica dijo que tiene "la percepción de que está aumentando la pobreza.

La relación con la Iglesia es conflictiva desde el Gobierno del ex presidente Néstor Kirchner, y este año se acentúo ante la negativa del Poder Ejecutivo de designar un nuevo embajador en la Santa Sede, tras el rechazo del plácet de Alberto Iribarne por su condición de divorciado.

Con los medios, el Gobierno actual mantiene la línea de choque iniciada con la presidencia de Kirchner. En varios de sus discursos Cristina fue muy dura con el sector mediático, la mención a una caricatura de Sabat de ella con los labios tapados disparó la pelea con el diario Clarín. La disputa también generó la creación de la Ley de Radiodifusión y el Observatorio de Medios.

La Ley de Radiodifusión propone reemplazar la legislación que rige desde la última dictadura militar y desmonopolizar el negocio de los medios. De la mano de esta iniciativa y en pleno conflicto con el campo, también surgió la idea de crear un Observatorio de Medios, una entidad que funciona en otros países del mundo pero con total independencia de los gobiernos de turno.

El Gabinete de Cristina mantuvo casi las mismas caras del que había nombrado Kirchner. La mayor apuesta estaba en el joven ministro de Economía, Martín Lousteau, pero su pasó por el Gobierno duró poco. El 25 de abril dejó el cargo por diferentes puntos de vista con el ejecutivo que lo acusó de querer “enfriar la economía”.

Otro de los proyectos fuertes de estos primeros meses fue el del tren bala. Cristina no perdió oportunidad de nombrarlo en cada discurso, haciendo referencia al progreso que significaría para el país un medio de transporte tan veloz y lujoso que una Buenos Aires con Rosario y Córdoba. La iniciativa fue criticada por toda la oposición por considerar que antes se deben mejorar los trenes comunes y que detrás el Gobierno esconde oscuros negociados.

La presidenta Cristina Fernández decidió mantener su fuerte compromiso con los derechos humanos, con constantes elogios a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, aunque muchos critican que el discurso no coincida con una realidad en la que los represores siguen impunes y los testigos no son cuidados como el caso del militante Juan Puthod, desaparecido durante más de 24 horas.

En el discurso de asunción, la Presidenta hizo referencia al conflicto con Uruguay por la papelera Botnia y el corte de ruta en Gualeguaychú. A pesar de que el puente hacia Fray Bentos continúa bloqueado, el tema perdió fuerza en los medios por el conflicto con el campo y ya muy pocas personas participan de las asambleas.

Otro casos que golpearon al Gobierno en esta primera etapa fueron: el de los autos truchos de Cancillería, la polémica visita del dictador africano Obiang Nguema y el escándalo por la valija de Antonini Wilson con 800 mil dólares, que habría querido ingresar al país para financiar la campaña presidencial.


(*) Redactora de Perfil.com