POLITICA
Semana 45 de 2011

La banalidad "al mango"

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Dostoievsky lo sufrió. Dos más 2 son 4, pero no siempre. Cuando le da por ser 5 el desespero destroza la razón. A él le pasó en Montecarlo y en un flipe "de ésos" convirtió en francos la lencería de su esposa María Demitrievna y los jugó de un saque. No "agotó" la lógica de la ruleta. Pero tras el amargo regreso a San Petersburgo se sentó y escribió "El jugador". A la entera Europa le pasa hoy lo que a Fedor. Pero sin  inspiración para arrancar hacia algún lado. Tozuda, la Vieja Dama Indigna pretendió aggiornarse en una Segunda Epoca Moderna apoyada por el robusto Cowboy de Posguerra y diseñó un Arca de Noé atómico y clasista. Sus dos Felinos de la Cuenca del Rhur pondrían las reglas y el resto de los animales las cumplirían según su "velocidad".

El Titanic de Sus Países se echa a andar y tras unas décadas de bonanza, "entró a salir" (¡qué linda expresión! ) el 5 y le enloqueció el timón. Con malos augurios atravesó el Estrecho que separa el siglo 20 del 21....y terminó encallando otra vez, y en paraje mundial muy distinto. Frente a tribus africanas que procrean sin cesar. En las playas y hasta en los propios camarotes del Titanic donde lograron infiltrarse pese a la solución "Pum Pum" que el humanista Berlusconi quiso imponer. Violada y sin plata la Vieja Dama Indigna no sale del pasmo. Está en respirador.

Para no aburrir decide uno flashear el drama europeo con otro ojo. Seguir la convulsión que vive Europa es ver crecer un hojaldre de noticias "distintas" intentando ocultar la reiteración de "lo mismo". ¿Europa o la Banca? No es otra la cuestión. Y es kafkiana la escena: 1/el cordaje del salvavidas echado al pozo del rescate es corto 2/ los países patinan al empinarse para aferrarse y se van hundiendo más. Sarkozy y Merkel ponen cara de trapo y por dentro se suben por las paredes. Vaya si reñirá el francés con su destino: dormir un ratito con Carla Bruni y pasarse el día entero con Angela Dorothea. Viendo hundirse a cada hora la proa de su Titanic 2011 mientras adustos asesores macro economicos les acercan íntimos twitters de trabajo que parecen dictados por la boca de Wágner: "Estamos en las manos de Dios" (sic). Hoy por hoy una banal escena de oficina que con los siglos el Relato transformará en Historia. (Gallo a Esculapio (en Sócrates), Nariz (en Cleopatra), Caballo (en Ricardo III), y hasta Pituto (en García Belsunce) prueban que todo mortal se disuelve en la memoria humana en una anécdota de mínima. Hasta Stalin, quien se murió sin cumplir el sueño de ver jugar a Boca Juniors en Moscú. (triple sic) 

Europa está como Dostoievsky antes de dejar Montecarlo. Mientras privilegie a los banqueros sobre los países le seguirá saliendo el emperrado 5. Cuando toque fondo puede que organice a sus 400 millones de  penitentes y un documento común (¿Los jugadores?) la devuelva a la historia por su variado genio y no por su glotonería. Reemplazar a los dioses del Olimpo por los dioses de la Banca, la tiene hoy boqueando ante el Mediterráneo, que ni mar ya es. Un descalabro cultural de órdago. Olvidó mitos y puso sol y luna a depender del telescopio del Monte Palomar y dejó que Las Vegas le copara el 4 y el 5. Así, Europa.

¿Y por casa? Aquí, como es tradición, el Titanic, aun hundido, flota. Porque es argentino y porque el nuestro (según me dijo en radio una colega del NYT) "es el país más distinto que yo conozco". Ahora vamos hacia  prometidos 4 años de más cambios sociales, financieros, impositivos y de justicia. Y mucho que los necesita el país "más distinto" del mundo. También un Qué que con un Cómo republicano represente al lánguido Quien (46%) que vegeta diezmado. ¿Sumarlos o restarlos? Marginar a Perón. Ofender la Constitución destratando a Cobos. Amplificar el área de prepotencia de Moreno. Olvidar que en la CGT hay un Schmidt. Apelar a lo mágico popular desde lo trágico individual. Desoir el llamado de alarma ideológica de un justicialista genuino como Julio Bárbaro. Estos, y más signos, hacen pensar que 2012 pinta más bien (o más mal) como 2011. ¿Aquí mucho soñar "La argentinidad "al palo?" pero la que acaba rompiendo la piñata es "La banalidad "al mango".