El desembarco de la agrupación ultra K La Cámpora en la Secretaría de Inteligencia preocupa a los viejos espías, quienes sospechan que un proyecto de gran envergadura avanza con una fuerza que jamás habían visto en los grises pasillos del edificio de la calle 25 de Mayo 11.
La mayoría de ellos son jóvenes graduados o a punto de recibir sus títulos universitarios. Ya se habla de un “trasvasamiento generacional definitivo” en la casa de los agentes secretos.
Quien comprende cómo funciona la maquinaria del poder en la Argentina sabe que la ex SIDE es uno de los engranajes más preciados, una pieza fundamental para la construcción. Pero cualquier ingeniero no está capacitado para entender su particular funcionamiento. Máximo Kirchner comprendió ambas cosas y se lanzó a jugar en ese fango.
Al igual que su padre, Máximo se volvió un consumidor compulsivo de los papers de Inteligencia y los utiliza para conocer a los potenciales enemigos del Gobierno, internos y externos, y saber de sus debilidades.