Sin memoria pero ansioso por obtener la foto junto al Papa Francisco con el logo de La Cámpora, pareció mostrarse este sábado el diputado nacional Andrés "Cuervo" Larroque, quien regaló al Sumo Pontífice una remera partidaria con una leyenda que hacía referencia a una de las villas en donde años atrás el "padre Bergoglio" trabajaba junto a los más desprotegidos.
Sin embargo, recién varios meses después de la designación del cardenal Jorge Mario Bergoglio en marzo de 2013 como papa Francisco, los miembros de La Cámpora comenzaron a alabar su figura.
El archivo es claro al respecto, dado que en el acto de 2013 en Tecnópolis de Cristina, al frente de cientos de militantes de La Cámpora, la Presidenta anunció el nombramiento de "Francisco I" (sic), y la silbatina y el abucheo fue generalizado por parte de los jóvenes de la agrupación ultrakirchnerista. Es que desde 2003 hasta ese momento, los Kirchner mantuvieron una relación tensa y distante con el arzobispo porteño.
En el instante del repudio masivo durante el acto, la Jefa de Estado no los desautorizó. La estrategia cambiaría poco tiempo después y desde el Gobierno entendieron que Bergoglio era un enemigo diferente siendo arzobispo que siendo el jefe de la Iglesia Católica de todo el mundo. El mensaje distribuido por la propia Cristina a todo el partido fue claro, a partir de ahora, el Papa era un "amigo" del Gobierno y de "todos los argentinos".
De momento, este sábado Larroque le regaló la camiseta de La Cámpora y varios libros sobre la agrupación, "tanto de los que escriben bien y mal porque la historia hay que contarla completa", resaltó la primera mandataria en declaraciones a la prensa que realizó tras reunirse con el Sumo Pontífice.
Además, a tono de broma, citó los salamines que le llevó de obsequio otro diputado camporista Eduardo "Wado" de Pedro, oriundo de Mercedes.