Las advertencias que desde hace tiempo viene realizando la Justicia Electoral sobre las dificultades que existen para la aplicación de la reforma política, parecen haber sido el anticipo de un final previsible: la no realización de las internas abiertas, simultáneas y obligatorias que había impulsado el Gobierno después de la derrota electoral del año pasado.
Esta decisión podría cambiar completamente el escenario electoral, ya que cada partido político podría definir sus candidatos en la fecha y con la modalidad que crea más convenientes, sin necesidad de ajustarse a un sistema unificado. De este modo, incluso podrían elegir postulantes con la sola participación de los afiliados.
Según pudo saber PERFIL, en el Gobierno nacional ya están al tanto de la posibilidad de que la nueva ley finalmente no se aplique y se arriesgan a advertir que “las novedades sobre su suspensión se conocerían antes de la feria judicial de enero”.
Aunque en la Casa Rosada no lo reconozcan oficialmente, la Justicia ya le habría hecho saber a un alto funcionario la decisión de suspender la aplicación de la norma. Incluso en el Gobierno no ven con malos ojos que se deje sin efecto la ley aprobada por el Congreso en diciembre del año pasado, ya que en el actual contexto político podría beneficiar más a la oposición que al oficialismo.
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