El contundente paro del jueves puso a la CGT oficial en una de sus ya clásicas disyuntivas: la mesa chica de la central obrera que dirige Antonio Caló debatió si cumplir o no con un pedido del Gobierno para salir a criticar la medida de fuerza de las centrales obreras de Hugo Moyano y Luis Barionuevo, la izquierda y la CTA de Pablo Micheli.
El Gobierno pidió a Caló que la CGT oficial publicara una solicitada contra la huelga, confiaron a fuentes de la central. Los sindicalistas llegaron a redactar un breve comunicado de cuatro párrafos que nunca vio la luz pero al que PERFIL accedió. El texto contiene guiños al Gobierno pero también reclamos contundentes que coinciden con los pedidos de las tres centrales que pararon el jueves. Demuestra que los gremios alineados con el Gobierno están inquietos ante la “falta de respuesta” a sus reclamos.
Tras el llamado del Gobierno, el metalúrgico comentó el pedido con algunos de los dirigentes más cercanos al kirchnerismo vía telefónica y derivó la redacción del texto. Pero los sindicalistas no estuvieron de acuerdo con una solicitada, que se transformó en un comunicado.
Caló derivó la redacción del texto a uno de los “independientes”, un grupo de dirigentes con buena sintonia con CFK. “Ante la convocatoria a un cese de actividades de carácter nacional, efectuada por algunas agrupaciones del movimiento obrero, el Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo ha resuelto no adherir al mismo, por considerar que no existen razones que justifiquen una medida de esta índole”, dice el texto.
“Varias organizaciones han alcanzado acuerdos paritarios en el marco de la negociación colectiva y esperamos que el resto que se encuentra aún en proceso de discusión logre igual resultado en tiempo razonable”, continúa el comunicado trunco. “Sabemos que subsisten serias cuestiones pendientes que hacen al derecho de los trabajadores, como ser: la actualización de las Asignaciones Familiares; una Adecuación del Impuesto a las Ganancias, que permita preservar los nuevos acuerdos salariales que se alcancen, sin que éstos sean devorados por dicho impuesto; los haberes jubilatorios, que deben incrementarse a fin de garantizar la continuidad de lo logrado en estos años a través de la movilidad previsional, y asimismo el aumento del flujo de recursos económicos al sistema de Obras Sociales, como garante de la salud de millones de trabajadores y sus familias”, destacó la mesa chica en consonancia con Moyano.
“Estamos convencidos (de) que todas estas realidades pueden y deben resolverse a través del diálogo y la composición de intereses fomentando la paz social y la convivencia de los argentinos, evitando situaciones de confrontación que afecten la estabilidad institucional”, finaliza el texto. El borrador circuló entre algunos pocos dirigentes vía mail y la decisión de Caló fue que no viera la luz, ante la “falta de consenso” de sus pares para dar una “posición institucional” sobre el paro y sobre las críticas al Gobierno.