Fernando José Torretta no sólo tiene vínculos con el senador Aníbal Fernández. También tiene algo en común con Carlos Emilio Liuzzi, número dos de Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica de la Presidencia.
Liuzzi fue imputado ayer por el fiscal federal Ramiro González por presunto “enriquecimiento ilícito” y volverá a ser investigado por ese delito. Ya había sido investigado por el juez Norberto Oyarbide, pero el magistrado archivó la causa. Tras el escándalo que desató el juez al revelar que recibió un llamado de Liuzzi durante una serie de allanamientos a financieras, la causa contra Liuzzi se reactivó.
Gustavo Benvenuto es empresario de la construcción y tiene una sociedad de bolsa. Tuvo cargo en la constructora de Liuzzi, Desarrollo y Construcción SA. Pero también es socio de Torretta en glorieta SA, constituida en noviembre de 2013. Se trata justamente de otra empresa constructora e inmobiliaria.
Además, Benvenuto también es proveedor del Estado. Su consultora Administradora de Contenidos (Adconsa), especializada en software informático, facturó en 2009 $29 millones al área del Gobierno que controla Zannini.
Enriquecimiento. El fiscal González pidió ayer una veintena de medidas de prueba para determinar si el patrimonio de Liuzzi, de su actual pareja, Thaiss del Corazón de Jesús Hidalgo, y de su ex mujer, de su hijo y de su hermana presenta o no un crecimiento injustificado. El nuevo juez de la causa, Luis Rodríguez, deberá ahondar en las propiedades, bienes, autos, viajes, posibles embarcaciones y otros bienes que posean Liuzzi y sus mujeres. El funcionario multiplicó 38 veces su patrimonio desde el día que asumió Néstor Kirchner ($ 189.339, en 2003) hasta 2012 ($ 7.226.160), según las declaraciones juradas que presentó a la OA, como reveló Perfil.com.
La investigación de Perfil.com reveló que Liuzzi compró dos propiedades de lujo en Puerto Madero –donde hoy vive en un piso 35 con Hidalgo– y adquirió 174 hectáreas en Gualtallary, Tupungato, la zona vitivinícola más fértil y cara de Mendoza.
De acuerdo a especialistas inmobiliarios de esa provincia consultados por el sitio web, “cada una de esas parcelas se cotiza a unos 50 mil dólares (plantadas y en producción), con lo que la riqueza de Liuzzi superaría los 10 millones de dólares”. Liuzzi aseguró haber comprado cada hectárea a un promedio de 7 mil pesos en 2008 y 2010. A finales de 2011, cuando comenzó a vender los campos, obtuvo 80 mil por cada hectárea, consignó el medio.
Luego de que Oyarbide le cerrara la causa judicial, Liuzzi abrió un SPA en Puerto Madero junto a segunda esposa.