POLITICA
Macri en el Congreso

La gran Macri

El presidente volvió a repetir los ejes dialécticos de hace un año. Ausencia de autocrítica, realidad paralela y diferencia con la era K.

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Macri en el Congreso | Telam
A esta altura, con dos discursos en doce meses ante el Congreso por cadena nacional, el Presidente va mostrando un estilo propio de comunicación política. Nada que sorprenda, claro, ya que es coherente con la forma en que el Gobierno relata su gestión.

Durante los 61 minutos que duró su alocución, Macri volvió a repetir los ejes dialécticos de hace un año. El optimismo sobre el futuro. La crítica a los que ponen palos en la rueda. La diferenciación con el kirchnerismo (nunca mencionado pero tácitamente omnipresente). La búsqueda de la felicidad de los argentinos. La unión y el diálogo nacional. La reducción de la pobreza. Al menú de buenas intenciones sólo le faltó el deseo de paz en el mundo para completar la tarjeta de feliz año.

Como sello de la “nueva política”, recurrió a remarcar lo importante que son los afectos en nuestras vidas. Bueh. Y, dato no menor, las cámaras de la cadena nacional no ahorraron planos para la oposición, incluido el abanico de cartelería áspera contra Macri. Otra gran diferencia con la era K.

No resultó, sin embargo, muy nuevo la ausencia de autocrítica a lo largo del discurso. Un pecado del que acaso no escapa ningún gobernante del mundo. Tampoco es original la simulación de editar datos para mostrar que la economía ya arrancó, cuando a todas luces (pese a la buena onda dujovniana) aún cuesta ver que entró en esa dinámica virtuosa que tanto gusta al liberalismo autóctono.